«Llegué a A Coruña de casualidad, pero me enganchó y me quedé 13 años»

Durante trece años fue uno de los grandes dinamizadores culturales de A Coruña, pero este madrileño de Entrevías tiene una vocación nómada que le ha llevado ahora a meter el gusanillo de la literatura a los malagueños. Pedro Ramos ya lo hizo aquí, con su taller literario Polisemias, dejando con su marcha muchos cuentos todavía por contar por parte de sus alumnos. Ahora acaba de publicar La playa de los cristales (Edebé), una novela ambientada en la costa gallega, porque la morriña es todopoderosa.

-¿Se va a Málaga y echa tanto de menos esta esquina que ha tenido que situar su novela en Galicia?

- Bueno, este libro lo firmé hace dos años. Pero sí, quizá la distancia que tengo ahora me ha permitido ver las cosas con otra perspectiva. Es que en los trece años que viví en A Coruña pude conocer unos lugares maravillosos, especialmente el norte, la zona de Ortegal, Estaca de Bares, Viveiro... Tienen una magia increíble. Hay que preservarlo por todos los medios. De hecho, la novela es en cierto modo un alegato, no ecologista, sino simplemente sensato, hacia ese potencial que tiene esta zona, que no debería ser sobreexplotada, como la playa de Las Catedrales.

-Es un libro dirigido a los jóvenes.

-Era algo que llevaba mucho tiempo pensando. Siempre intenté contagiar mi pasión por los libros a los jóvenes, y tras terminar Todo es mentira, mi anterior novela, me apetecía cambiar de registro, hacer algo totalmente distinto, así que opté por una protagonista femenina y de 16 años, ese momento de la adolescencia en el que somos tan vulnerables. Era el vehículo perfecto para hablar de emociones, algo que no había en mi anterior novela, que era muy racional.

-¿Y por qué lo sitúa en la playa de Area?

-Unos amigos me habían contado anécdotas del albergue de la playa de Area. Habían estado en él de niños y después como monitores, así que me contaron historias desde ambas partes. Y me pareció el marco idóneo para una historia así. Así rendía tributo a esa zona, de la que me enamoré perdidamente. Lo tenía todo, un escenario perfecto para la protagonista y ese verde radiactivo que linda con el mar. Invita a contar una novela de aventuras.

-En ese albergue se practican deportes náuticos. ¿Es usted aficionado?

-Sinceramente, he montado en kayak por primera vez en mi vida el fin de semana pasado. Vengo de una familia de Entrevías, así que... Pero eso era añadirle otro nivel de dificultad, me documenté mucho, pero ni se me ocurrió practicarlo, la verdad. Soy muy friolero para meterme en el agua.

-¿Por qué se fue de A Coruña, si se ve que esto le gustaba?

-La verdad es que llegué a A Coruña por accidente. Habían contratado a mi pareja en Rey de Viana y yo iba y venía desde Madrid. Pero me enganchó la ciudad, hasta el punto de que nos terminamos quedando trece años. Pero ya en el último año nos planteamos repetir todo lo que habíamos vivido en A Coruña de nuevo, pero en otra ciudad, sabiendo que echaríamos de menos a los amigos, que era en cierto modo una locura. Y me he preguntado unas cuantas veces por qué demonios me marché, somos unos insensatos, la verdad. Pero queríamos conocer algo distinto y no creemos en el turismo, nos gusta vivir las ciudades de verdad. A mi me había encantado Málaga, ya había trabajado aquí, y como tiene mar, pues nos vinimos. Es más, vivimos frente a la playa, igual que en A Coruña vivíamos en el Orzán. Algo fundamental para mi, mientras no se les ocurra poner publicidad en el horizonte.

Nueva novela coruñesa. El próximo año publicará otra novela, ambientada en la que fue su ciudad: «Saldrá en marzo, y se desarrolla durante la noche de San Juan en A Coruña. Además, estoy trabajando en otra ambientada a caballo entre la ciudad y la Ribeira Sacra», explica Pedro Ramos.

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