Un grupo de jóvenes revienta la entrada de la residencia María Inmaculada
17 sep 2019 . Actualizado a las 14:18 h.«Fueron los margaritos, chicos del hogar de Santa Margarita, que vienen todos los años por estas fechas, pero esta vez se han pasado mucho». Esto afirmaba ayer una de las responsables de la residencia femenina María Inmaculada, situada en el número 9 de la calle de los Ángeles, después de que un grupo de jóvenes les reventara la persiana de acceso a la iglesia. Ocurrió durante la madrugada de ayer, «entre la una y las dos de la mañana», concretaban desde la residencia.
La mayor parte de los jóvenes participantes en esta acción, que antes habían estado por diversos lugares de la Ciudad Vieja causando numerosos destrozos en el mobiliario urbano, llegaron ante la residencia femenina en calzoncillos y empezaron a corear frases como «¡Queremos agua!». Pero poco después los cánticos fueron aumentando de tono y «tenía que escuchar las cosas horribles que decían», evocaba una de las religiosas. Los jóvenes acabaron gritando expresiones soeces dirigidas sobre todo a las residentes, pero también a las monjas, mientras que, según afirman las responsables de las dependencias, «las chicas ni se asomaron a la ventana». Los chicos que recorrieron las calles de la Ciudad Vieja a gritos estarían participando en una novatada, como vienen haciendo desde hace algunos años.
Las religiosas no habían valorado ayer los daños causados en la persiana de la iglesia -«supongo que se hará mañana (por hoy)»-, si bien auguraban que por el momento no van a poder usar ese acceso, ya que, según detallan, funciona de manera electrónica y ha quedado inservible. Por todo ello, las religiosas prevén que para la misa del próximo domingo los asistentes tendrán que acceder a la iglesia por la puerta principal de la residencia.