Vecinos y conductores se quejan de la falta de información sobre el corte desde Santiago Carballo hasta Fuente Álamo.
20 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El Ayuntamiento de A Coruña inició el pasado lunes unas obras de saneamiento en la avenida de Finisterre. Los trabajos se centran en el tramo que va desde la calle Santiago Carballo hasta la intersección de Tornos con Fuente Álamo. Las operaciones adoptadas son para corregir deficiencias en la red de saneamiento y se extenderán hasta pasado mañana, viernes.
El corte afecta a los conductores que viajan desde la plaza de Pontevedra hasta la ronda de Outeiro, «y está causando importantes problemas de tráfico en la zona, incluso para los que tenemos plazas de aparcamiento en nuestros edificios», indicaron usuarios de la avenida de Finisterre y vecinos de la zona. Sí se puede circular desde la ronda hacia el centro de la ciudad.
Todo el volumen de vehículos que circulan diariamente por este circuito tienen que girar hacia la calle Fuente Álamo. Desde esta vía, los conductores tienen que avanzar por la calle Alcalde Lens para volver a la ronda de Outeiro. «Estamos hablando de dos calles estrellas, semáforos... que dificultan mucho la circulación», señaló el conductor de un autobús de transporte de estudiantes de un colegio público.
Para los afectados por el corte en la avenida de Finisterre, lo más grave «fue que el Ayuntamiento no anunció con el tiempo debido las tareas para que pudiésemos adoptar soluciones, buscar alternativas y por eso el lunes el atasco fue total, sobre todo en horas punta», indicaron. Ayer sucedió los mismo, pero con menos incidencias.
Semáforos «sin coordinar»
Los que más protestan son los conductores que hacen el reparto de mercancías por todo el entorno de la calle Barcelona, «una de las zonas comerciales por excelencia de la ciudad», dijeron.
«No somos capaces de hacer bien y en tiempo nuestro trabajo», señaló Juan Manuel Santos, el conductor de una furgoneta de reparto. Los vecinos de la zona también se quejaron de la falta de información «para poder entrar en nuestros garajes».
Los conductores profesionales indicaron que lo que más agrava la situación «es que no modificaran las frecuencias de los semáforos de la calle Fuente Álamo», dijeron buseros, taxistas y otros usuarios.
Y es que cuando abre la señal lumínica para circular por la avenida de Finisterre, «cierra el semáforo para los vehículos en la calle Fuente Álamo para dar paso a los peatones, por lo que los autobuses, camionetas y camiones quedan en medio de la avenida causando colas que llegan hasta casi a la altura del Palacio de la Ópera».
Muchos pasajeros de los buses urbanos se bajan en paradas ajenas a la suya «para no perder tiempo», dijeron. El lunes «estuvimos en el autobús más de diez minutos esperando y al final tuvimos que ir a pie hasta el pavo real», dijo Luisa, una usuaria.
Para minimizar las retenciones hay mucha presencia del 092, tanto a pie como en coche.