De la Fuente de los Frailes, que abasteció a la ciudad, mana agua en plena sequía

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

TRAIDA DE AGUA DESDE SAN PEDRO DE VISMA HASTA EL ACUEDUCTO
TRAIDA DE AGUA DESDE SAN PEDRO DE VISMA HASTA EL ACUEDUCTO MARCOS MÍGUEZ

En la arqueta, cuyos restos tratan de salvar, arrancaba una red de más dos kilómetros

10 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Le llamaban el viaje del agua, que era captada en manantiales y conducida por gravedad y mediante acueductos hasta las fuentes de la ciudad donde se abastecían los vecinos. Están a punto de cumplirse tres siglos desde que se construyó, en unos terrenos que pertenecían a los jesuitas, la llamada Fuente de los Frailes, en San Pedro de Visma. En este verano en que tanto ha afectado la sequía, del manantial próximo al Ágora sigue manando agua que luego discurre, prado abajo. El historiador Xosé Alfeirán apunta que en el plano de Juan Guerrero de Escalante, de 1887, se le llamaba el Manantial de los Frailes, y el mapa de Francisco Montaigú, de 1726, da la impresión de que en la traída del agua había más de una fuente, siendo la última «la que hoy se conserva con una bóveda de piedra. Las fincas en las que estaban se conocían con los nombres de Arqueta y Braña de San Pedro de Visma», detalla.

Dicha bóveda de cañón tiene más de 12 metros de largo, está ahora apuntalada en su interior y cubierta de maleza por fuera. Hay en el entorno una amplia zona donde lo mismo se puede ver un huerto con calabazas que coches semiabandonados o un imponente caballo pastando.

Alrededor del año 1718 «se construyó el viaje de agua de San Pedro de Visma, para completar el viaje de agua de Vioño, del siglo XVI», explican Carlos Nárdiz y Carlos Valerio en su libro El abastecimiento de agua a La Coruña (Emalcsa y Universidade da Coruña). Explican que «de los casi mil vecinos que había a finales del XVI se va a pasar a 12.000 en los últimos años del siglo XVIII», un crecimiento centrado en la Pescadería, que será donde habrá una mayor demanda de agua. De ahí las fuentes de Santa Catalina o San Andrés. El recorrido de aquel viaje del agua era de más de dos kilómetros, pero hoy en día solo están protegidos unos 600 metros, o menos, apuntaba en su día el arqueólogo municipal, Marco Antonio Rivas; lo hacía al detallar cómo en el tramo del acueducto que se conserva en Almirante Mourelle, el actual gobierno local había impedido aparcar al lado para protegerlo. Es uno de los tramos que todavía se pueden ver, aunque por ahora no es tan llamativo como el del Paseo de los Puentes, que está rehabilitado.

De todos modos, un informe elaborado por el arqueólogo municipal alertaba sobre la necesidad de conservar la Fuente de los Frailes en una zona donde hay un plan parcial. Desde hace años, el futuro de este manantial está en el aire, primero con un intento de trasladarla de sitio, algo que frenó en seco Patrimonio de la Xunta, aunque los actuales responsables municipales tienen prevista su conservación.