De sorprendente capacidad de trabajo, el jefe de Traumatología del Chuac destacó por su disposición de ayuda hacia los demás
24 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.En estos momentos tan tristes, me gustaría recordar no solo al gran profesional que era el doctor José Luis González Canedo (Carballo, 1953-A Coruña, 2017), sino a la persona con mayúsculas. Preocupado por sus pacientes, excepcional cirujano y artroscopista, era un ser humano, generoso, responsable, positivo, retranqueiro... Marido, padre, hijo y excelente amigo, Luis estaba siempre pendiente de todos los suyos.
Deportista, era muy aficionado al fútbol y llegó incluso a formar parte de equipos como el Bergantiños y también de Santiago de Compostela en su juventud. Jugaba al tenis y al pádel, deporte que seguía practicando frecuentemente.
Lo recuerdo siempre corriendo de un lado a otro, con una memoria prodigiosa y una capacidad de trabajo sorprendente. En el Hospital Universitario A Coruña, al que pertenecía desde el año 1986 y donde dirigía desde el 2013 el servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, no había día que no nos hiciera reír con sus bromas y su retranca en quirófano, quitando importancia a las dificultades y trabajando duro, pero con alegría. Porque él era así: siempre dispuesto a ayudar, siendo parte de la solución y nunca del problema.
El doctor Canedo era un hombre humilde y sencillo: nunca olvidó de dónde venía. Nada presuntuoso, ayudaba siempre a todo el que lo necesitaba sin darle la menor importancia.
Podría decir mil cosas más y todas buenas. Podría contar mil anécdotas más con una sonrisa. Porque Luis se hacía querer y nos quería. Se nos ha ido un gran profesional, pero sobre todo una persona excepcional. Y el vacío va a ser imposible de llenar. Un beso enorme: nos has dejado pero siempre te recordaremos.
Alicia Freire es traumatóloga del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña.