«Nunca es tarde para el reto de tu vida». Así es la carta de presentación del equipo Remolón, formado por el coruñés Jorge Pena y un gallego de adopción, Jesús de la Torre. Es la odisea de dos amigos apasionados por la navegación, de 53 y 64 años, respectivamente, que cuentan a sus espaldas con muchas horas bajo las velas. Se disponen a participar en la regata Talisker Whisky Atlantic Challenge, uno de los desafíos a remo más duros del mundo, en la que competirán 75 botes de 12 nacionalidades. Un recorrido de 3.000 millas en 60 días, contra viento y marea, que comenzará en diciembre remando diez horas al día cada uno y en turnos de dos horas de la Gomera al Caribe, con la necesidad de ser autosuficientes para no ser descalificados. El primer equipo español que participará en esta competición cuenta con la ayuda de Juan Carlos Álvarez Campillo, el coach que ha trabajado con deportistas y medallistas olímpicos como la jugadora de bádminton Carolina Marín o con el seleccionador español de fútbol Julen Lopetegui. Para entender este desafío es necesario echar la vista cuatro años atrás. A raíz de ver vídeos en Internet del primer español que cruzó el Atlántico a remo, Jesús de la Torre, madrileño que lleva veraneando toda la vida en Pontedeume, se animó a comprar un bote de segunda mano, de siete metros de largo por dos de ancho y con diez años de antigüedad para seguir los pasos de los pioneros. «El premio de ver cumplido el reto es lo que nos dará más satisfacción», afirma el coruñés desde la base que tienen montada en Sada, donde ultiman los preparativos de una ruta de ensayo de 120 millas, entre Sada y Vigo, que abordarán en los próximos días, siempre y cuando el tiempo lo permita. A la fuerza de sus brazos se une el empujón del afán solidario y entre los objetivos de su travesía figura dar visibilidad y recaudar fondos para la Fundación Cris Contra el Cáncer.