Usuario de centros de discapacitados se mezclan en los ejercicios caninos de Montegatto a modo de terapia
07 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«Baja Fusco, baja». Israel le habla a uno de los perros más famosos de Galicia, el palleiro del anuncio de Gadis. Está en el centro de adiestramiento canino de Montegatto, en Oza dos Ríos, y tras él repetirán el ejercicio otros 17 compañeros con los que convive en el Centro de Atención a Persoas con Discapacidade de A Coruña (CPAD). Hoy toca terapia con los perros, aunque el término suena demasiado duro para algo tan divertido. Pero sí, mientras se ríen, y gritan, y acarician, y peinan a los perros hacen terapia.
La actividad forma parte del programa Lecer Activo de la Consellería de Política Social, por eso a nadie extraña la visita del delegado territorial de la Xunta, Ovidio Rodeiro, entusiasmado con los ejercicios y, sobre todo, con los resultados que se consiguen en este popular centro que gestiona Octavio Villazala.
En esta ocasión dirige el ejercicio del día Aroa Gómez, terapeuta ocupacional de Montegatto, quien ya conoce a todos los visitantes por su nombre. «A través del contacto con los perros consiguen aumentar mucho la comunicación verbal y no verbal, y cuando se les presta el perrito más pequeño sienten lo que es la responsabilidad», relata Aroa sobre las ventajas de estos ejercicios caninos, que también ayudan a reducir la competitividad entre los integrantes de este grupo en el que es normal que surjan rencillas al pasar tantas horas juntos. Así que los perros también traen paz a este colectivo.
Estimulación sensorial
Con el cepillado y el aseo de los animales se trabaja la estimulación sensorial, y en otro tipo de actividades se entrena la memoria a corto plazo. Y, por supuesto, se atacan las fobias. Ayer mismo se oían algunos gritos de un usuario, pero Aroa y el resto de integrantes de Montegatto saben que en la próxima visita este usuario del CPAD ya no se pondrá tan nervioso.
«Nosotros estamos encantados con esta actividad, estos chicos nos ayudan a mejorar también a nosotros como adiestradores de perros, también les debemos mucho», relata Octavio Villazala.