Casi todas las bandas que asaltaron casas en los tres últimos años ya están en libertad

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Cinco albaneses que en el 2015 robaron en 18 viviendas del área coruñesa salieron ayer a la calle tras alcanzar un acuerdo con el fiscal

28 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No hubo y no se sabe si habrá un año peor que el 2014 en cuanto a robos en viviendas. Tanto en A Coruña como, especialmente, en su comarca. Solo en la ciudad se produjeron 397 en aquel año. Desde entonces, la cifra de saqueos descendió y aumentó el número de bandas desarticuladas. El éxito policial fue tal, que entre el 2015 y el 2016 la mayoría de los miembros de estos grupos terminaron entre rejas. Cayeron más de veinte organizaciones, ya fuera en operaciones llevadas a cabo en Galicia como en el resto de España. A día de hoy, y después de que ayer recuperaran la libertad cinco albaneses, casi todos fueron juzgados y disfrutan de libertad.

La inmensa mayoría de estos delincuentes no pasa más de un año en la cárcel. Les asiste el artículo 74 del Código Penal, que se refiere al delito continuado. Eso significa que no importa el número de casas que se roban, pues se le impondrá la pena superior en grado. Para calcularla, se parte de la cifra máxima señalada por la ley para el delito de robo, que va de los dos a los cinco años, añadiendo la mitad de su cuantía. Es decir, que casi sale lo mismo robar 3 casas que 33.

Acuerdo con Fiscalía

Un ejemplo se vivió ayer por la mañana en la Audiencia Provincial. En el banquillo estaban sentados cinco albaneses a los que se les imputaba el saqueo de 18 viviendas de A Coruña, Abegondo, Bergondo, Cerceda, Oleiros, Oroso y Sada. La Fiscalía pedía en un principio para ellos una pena de 8 años de cárcel. Pero como devolvieron parte del dinero sustraído, el abogado de los ladrones, el penalista Manuel Ferreiro, buscó un trato con el fiscal, que finalmente acordó que el castigo se quedase en solo dos años. Como ya llevaban uno en prisión, se les puso en libertad.

Fuentes policiales afirman que si hay muchos delincuentes dedicados a los robos en pisos es precisamente por esto. Porque no hay fechoría que a los rateros les dé tanto a ganar con tan poco castigo. Porque el delito de robo con fuerza en casa habitada, que es como los juristas llaman a entrar en un piso y vaciarlo, «casi siempre queda en nada», sostienen las mismas fuentes, pues los delincuentes saben que sus abogados arañarán atenuantes que terminarán por suspenderles la entrada en prisión. Y si entran, que sea casi de paso. Porque la figura del delito continuado -no se aplica en caso de que usen armas o amenacen a sus víctimas- establece imponer una pena superior en grado, lo que supone que por muchos pisos que vacíen, con toda probabilidad su castigo nunca superará los tres años y seis meses de prisión. Sean dos o sean diez.

Algo que también anima a los delincuentes a robar en pisos es que cuando son detenidos, en la mayoría de los casos son puestos en libertad a espera de juicio. Y si es extranjero y la condena es inferior a seis años, pueden elegir entre cumplirla o su expulsión del país.