El choque entre María Pita y Fomento amenaza con eternizar la ampliación de Alfonso Molina
A CORUÑA CIUDAD
El ministerio ultima el nuevo proyecto para la avenida, contra el que se prevén alegaciones del gobierno local
30 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El Ministerio de Fomento prevé hacer público el nuevo proyecto para Alfonso Molina en junio. Así cumpliría con las previsiones que manejaba hace meses, y que decían que el texto quedaría finalizado esta primavera. Sin embargo, el trámite de exposición pública del plan será solo el primer paso de un largo proceso administrativo que podría complicar el inicio de las obras. En especial si se mantiene la conflictiva relación entre Fomento, que ejecutará los trabajos, y el Ayuntamiento, que debe poner a su disposición parte de los terrenos.
En principio, el ministerio prevé comenzar con los trabajos este mismo año. En los presupuestos del Estado figuran 2,5 millones de euros para este ejercicio. Es la primera partida de una serie de inversiones que continuarán hasta el 2021, cuando calcula que habrá gastado 12,5 millones en renovar y ampliar la avenida.
Esos plazos son significativamente más largos que los que se manejaban en principio, cuando se calculaba que las obras estarían listas en apenas 18 meses.
Uno de los motivos es que Fomento tendrá que financiar la reforma con fondos propios, ya que el convenio previsto con la empresa gestora de la autopista AP-9, Audasa, ha quedado en el aire tras los retrasos sufridos por el proyecto en los últimos años.
Durante el anterior mandato municipal, el arranque de las obras llegó a anunciarse para el 2015, pero no fue así. Tras las municipales de mayo de aquel año, el consenso en torno a la reforma se rompió. El nuevo gobierno de la Marea rechazó el plan de Fomento, al que exigió una mayor «humanización» de la avenida, y planteó un proyecto alternativo que incluía una mediana con árboles de gran porte y mantener los tres carriles actuales, aunque limitando la circulación en uno de ellos al transporte público.
Cambios en el proyecto
Fomento rechazó el plan municipal por poner en riesgo tanto la seguridad de la vía como su capacidad para canalizar el tráfico, que según el ministerio aumentará durante los próximos años.
Pero la postura del gobierno local fue respaldada por el BNG y por el PSOE, que dio así un giro a su histórica reclamación de que se ampliase a cuatro carriles el principal acceso a la ciudad.
La votación plenaria llevó a Fomento a negociar un nuevo proyecto con el gobierno local. Las conversaciones duraron más de un año, y al final se optó por una solución que mantiene las principales características del plan del ministerio, entre ellas el «cuarto carril» para facilitar la incorporación y salida de la autopista.
Pero los trámites siguieron alargándose. El Ayuntamiento no entregó hasta el pasado febrero su plan para reformar las márgenes de la vía. Fue muy polémico, por incluir medidas como pasos para anfibios, y el ministerio se ha comprometido a incluir solo aquellas que no supongan un retraso de la ampliación ni cambien su filosofía.
El ministerio aún está elaborando el nuevo proyecto. Cuando lo presente en junio, deberá someterlo a exposición pública, ya que incluye cambios en las expropiaciones y las afecciones de la vía. Ahí los trámites podrían volver a complicarse, ya que si Fomento no incluye los cambios que ha requerido, el Ayuntamiento ya ha anunciado que alegará.
Más tarde, en principio en otoño, será necesario ejecutar las expropiaciones, las cesiones de suelo y completar el resto de los trámites, que previsiblemente se alargarán si continúa el enfrentamiento entre ambas Administraciones. Fuentes conocedoras del proyecto consideran incluso que el inicio de las obras podría demorarse hasta el 2019 o incluso al próximo mandato si se mantienen las diferencias.
La vía más transitada de Galicia roza el límite de su capacidad
Aunque con las variaciones lógicas en función del momento del año y pese a las diferencias numéricas en función de la Administración que aporte el dato, todas coinciden en que la avenida de Alfonso Molina es la vía de acceso urbano más transitada de Galicia, hasta el punto de llegar a registrar momentos con mayor densidad de tráfico que la propia Castellana de Madrid.
Según los estudios del Ministerio de Fomento, que en el 2015 colocó detectores para realizar un análisis de trafico, cerca de 120.000 vehículos pasan cada día por los puntos más transitados del principal acceso a A Coruña, aunque los máximos de intensidad se elevan a 132.000 automóviles diarios.
Frente a ello, otros departamentos rebajan el volumen circulatorio, pero en ningún caso los informes públicos sitúan por debajo de los 101.000 coches diarios los usuarios de una vía a la que, en los últimos años, solo la apertura de la tercera ronda ha conseguido absorberle parte del tráfico.
Dada la especial configuración de la ciudad de A Coruña y su limitada orografía peninsular, el elevado tránsito explica que Alfonso Molina se convierta con cierta frecuencia, sobre todo coincidiendo con las horas punta de entrada y salida laboral, en una ratonera para los conductores que se ven obligados a utilizar la avenida para acudir a sus puestos de trabajo. La situación se complica aún más en los viales de acceso si, como no es raro que suceda, se produce un accidente, sin necesidad de que revista gravedad, o una avería. El colapso, entonces, está asegurado.