Troncos, camas con colchones, sofás, ropa, calentadores o libros se acumulan en las calles
21 may 2017 . Actualizado a las 09:08 h.Da igual que sea a medianoche que a mediodía. En las calles de A Coruña se pueden encontrar todo tipo de objetos al lado de los contenedores de basura. Lo lógico sería que estuvieran dentro, pero muchos de ellos no caben. Y es que puede haber desde un tresillo hasta varios colchones, que es uno de los objetos más habituales, pasando por un caja con libros o un destartalado armario con espejo. Claro que en algunos casos, detrás del colchón llegó el canapé, luego el somier y finalmente la cama. Renovación completa de la habitación.
Da igual que en el exterior de los contenedores se detalle claramente dónde se pueden depositar los restos orgánicos, dónde los inorgánicos, cuál es el destinado al papel y dónde tirar el vidrio. Así, el pasado miércoles, en la calle Pérez Ardá podía verse una caja con ropa al lado de los contenedores destinados al vidrio y al papel. «Es una pena», lamentaba un viandante, al ver las prendas allí tiradas. Y es que la institución Padre Rubinos, por ejemplo, tiene distribuidos por la ciudad más de cien puntos de recogida de ropa que «sirve para abastecer el servicio de ropero del albergue, así como las duchas externas. Además, la recogida también sirve para suministrar a las familias que vienen a recoger prendas dentro del servicio de ropero familiar», detallan desde la institución. También Cáritas tiene recogida en varios lugares.
La forma de deshacerse de objetos voluminosos está claramente explicada en los contenedores: llamar al 010 antes de nada. Esto no parece lo habitual y en muchas ocasiones son los propios trabajadores del servicio de limpieza los que avisan de que en su recorrido han encontrado maderas, troncos que parecían destinados a arder en una chimenea o hasta un viejo calentador tirado al lado del contenedor dedicado a restos orgánicos. Y en cuanto pueden, regresan para recoger los restos tirados en la calle a la vista de los cuales un paisano comentaba mientras paseaba a su perro: «Pero, ¿qué entenderán por tirar la basura?».