La inversión del Ayuntamiento este año será la más baja de todo el lustro

El presupuesto municipal del 2017 es el de menor inversión del último lustro en A Coruña. El gobierno local prevé destinar poco más de 27,6 millones de euros a nuevos proyectos durante este ejercicio. Esa cifra supone una bajada de cerca de un 25 % con respecto al 2016, cuando se dedicaron 36,2 millones de euros a inversiones. La diferencia es aún mayor con respecto al 2015, cuando se aplicó el último presupuesto aprobado por el anterior gobierno del PP y se proyectaron inversiones por valor de 50,2 millones. El descenso desde aquel ejercicio roza el 50 %.

El 2015 fue año electoral, y las inversiones tienden a dispararse ante la proximidad de las urnas. Pero incluso así el descenso es muy pronunciado con respecto a los dos años previos, el 2013 y el 2014, cuando se invirtieron más de 37 millones por ejercicio.

Si se mira más atrás, las inversiones del 2017 siguen por debajo de lo habitual. En el 2012 se presupuestaron 30,7 millones para ese capítulo, en el 2011 -otro año electoral- el bipartito PSOE-BNG que lideraba Javier Losada pensaba invertir 50,1 millones, en el 2008 y el 2009 se destinaron 29 y 31,5 millones al capítulo de inversiones. Falta el 2010, que con 22,5 millones de euros fue el único año de la última década con un nivel de inversión municipal inferior al previsto en este ejercicio. Pero en ese año se aplicó el «plan E» contra la crisis del Gobierno que presidía José Luis Rodríguez Zapatero, que disparó las inversiones los municipios para paliar la crisis.

La caída de las inversiones también se refleja en términos relativos. Según lo presupuestado este año, María Pita invertirá en este ejercicio unos 113,2 euros por habitante de A Coruña, mientras que en el 2015 esa cifra ascendía a 206 euros, casi el doble. Si se compara la cifra de este ejercicio con años no electorales, como el 2013, la diferencia sigue siendo muy elevada, ya que en aquel entonces se invirtieron más de 151 euros por ciudadano.

La ejecución del gasto

Planear no significa hacer. Los presupuestos son previsiones de gasto, por lo que su impacto en la economía real de la ciudad no es directo: depende de cuántos de los proyectos recogidos en ellos se lleven a cabo. El año pasado el capítulo de inversiones ascendía a 36,2 millones de euros, 14 millones menos que en el 2015, pero además de que esa cifra es más baja también se gastó un porcentaje menor. Durante el 2016 se llevó a cabo el 29 % de las inversiones, el porcentaje más bajo de la última década. Por la contra, en el 2015 se invirtió el 52,7 % de lo previsto, y ese porcentaje todavía fue más elevado en años anteriores.

 Este año el presupuesto para inversiones se ha reducido de la forma antes descrita, y las posibilidades del gobierno para llevar a cabo los gastos que ha previsto no son mejores que hace 12 meses, ya que el presupuesto se ha aprobado casi en la misma fecha y la situación política municipal sigue siendo igual de inestable.

En esas circunstancias, si el gobierno local no logra mejorar de forma significativa su nivel de gestión, la inversión real en las calles será similar a la del pasado año o incluso inferior, ya que se ha reducido la cifra de gasto.

Las consecuencias

Un sector amenazado. La Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción de A Coruña (Apecco) afirmó a principios de este año que la ejecución de obras públicas en la ciudad era «insostenible» por baja -fue la menor de los últimos siete años- y advirtió que la situación del empleo en el sector se deterioraba a toda velocidad.

La reducción de las inversiones este año, y el hecho de que las cuentas se hayan aprobado en fechas similares al ejercicio anterior, indican que los problemas del sector, que durante años fue uno de los motores de la economía, continúen empeorando.

El frente político

La inversión sufre recortes. El proyecto original del presupuesto de la Marea para el 2017 preveía que el anexo de inversiones ascendiese a 31,6 millones de euros. Sin embargo, la cifra definitiva aprobada en el pleno del lunes son los citados 27,6 millones. Entre la aprobación inicial y la definitiva el gasto se redujo en algo menos de cuatro millones.

El motivo es que la oposición planteó alegaciones al texto por considerar que el cálculo de ingresos del gobierno local era excesivamente optimista. Por una parte, el PP planteó reducir cuatro millones que iban a ser aportados por Emalcsa, ya que no se habían hecho los trámites necesarios para acceder a esos fondos. El PSOE redujo la recaudación por impuestos en 1,6 millones, y planteó destinar otro tanto a las subvenciones del bonobús.

Ambos grupos dejaron las manos libres al gobierno local para aplicar los cambios como prefiriese, y el ejecutivo decidió que casi la mitad del recorte se haría en las inversiones, con esa bajada de casi cuatro millones. Uno de los recortes fueron 500.000 euros para la reforma del mercado de Santa Lucía, un proyecto ideado por el anterior gobierno del PP. También se redujeron 800.000 euros para la mejora del mercado de San Agustín y la misma cantidad para reformar los espacios municipales en Tabacos.

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