UGT y CC. OO. piden negociar, mientras se alzan voces por la «folga xeral»

B. Capelán / E. Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Fotos Marcos Míguez

El empleo precario y los salarios miserables copan las denuncias de los sindicatos

02 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Doce del mediodía y en la plaza de la Palloza apenas hay un centenar de personas. Los secretarios generales de UGT y CC. OO. en Galicia hacen las primeras valoraciones del Día del Trabajador mientras el lugar se va llenando de pancartas, banderas y pegatinas. No están los afines de la Confederación Intersindical Galega (CIG), que arrancaban su marcha desde la plaza de Vigo. Si algo evidenció el 1 de mayo coruñés es la falta de diálogo y unión que reina entre los sindicalistas, tan distantes en el discurso que mientras unos pedían negociar con el Gobierno, otros clamaban ya por una huelga general.Una gaita alentaba en la Palloza a los manifestantes al son de A las barricadas cuando comenzaron a andar hacia la Delegación del Gobierno. La organización dice que eran 4.000, y la Policía Local, que no llegaban a 2.000. Lo cierto es que el ambiente fue algo descafeinado para un 1 de mayo. Apenas fueron seguidas las proclamas que lanzaba la cabeza de la marcha, encabezada de forma conjunta por los dos grandes sindicatos. También estuvieron presentes en la manifestación Yolanda Díaz (Esquerda Unida) y Manuel Lago (A Marea do Pobo).

 En apenas media hora se plantaron los miles de participantes en la plaza de Ourense, entre gritos como «non é unha crise, é unha estafa» o «menos represión, máis educación». «Din que estamos a saír da crise e iso non é verdade. O emprego é cada vez máis precario e aumenta a explotación», comenzó diciendo Xosé Manuel Sánchez Aguión, secretario xeral de CC. OO., que afirmó que «a clase obreira esixe un cambio real das políticas do Goberno levado a cabo polas forzas progresistas». Por otro lado, José Antonio Gómez, de UGT, señaló que «hoxe en día o 80 % dos contratos son precarios». «Ter un salario non significa saír da pobreza», afirmó. Ambos sindicatos cerraron el acto pidiendo a los partidos progresistas que fuercen al Gobierno a «negociar».

Sí hubo consenso a la hora de cerrar las marchas de las dos concentraciones, pues sonaron la Internacional y el Himno galego antes de disolverse sin incidencias.

Apuesta por la huelga general

Según los convocantes participaron en la manifestación de la CIG «unas 2.000 personas», sin embargo, fuentes oficiales señalaron que los manifestantes no alcanzaron los 1.000. El secretario comarcal del sindicato en A Coruña, Xavier Filgueira, apostó desde el principio por «unha folga xeral». Para justificar esta medida de presión, Filgueira citó «as continuas reformas laborais», que aseguró que trajeron «terribles consecuencias para os traballadores».Puso como ejemplo «a precariedade no emprego, con contratos lixo, dun mes de duración, e salarios miserables». Por esta razón cree que es el momento de la movilización social «para pedir a derogación das reformas laborais».Filgueira no entiende la posición pasiva de las demás centrales sindicales, sobre todo de CC. OO. y de la UGT. No cree que la actitud de estas dos formaciones «que apostan pola negociación e polo pacto social sexa a solución». Aseguró además que este es el momento «dunha mobilización social forte, incluso poñendo en marcha unha folga xeral, para gañar e por en marcha un modelo económico e social bo para os traballadores».

Durante el discurso final, Filgueira cargó contra las políticas del Gobierno de España, a las que calificó como «políticas de desemprego, sen cobertura, con exclusión social e coa emigración dos mozos galegos». Se quejó de que «dos dereitos roubados aos traballadores, se aproveitan as clases máis ricas, as multinacionais, a banca...».