El joven ahogado en A Coruña entró en el mar en busca de un balón

A CORUÑA CIUDAD

El equipo de rescate apenas tardó hora y media en recuperar el cadáver

03 may 2017 . Actualizado a las 16:45 h.

La jornada de fútbol y playa se tiñó de luto en el Orzán. El céntrico arenal urbano de A Coruña vivió una nueva tragedia en la que se dejó la vida un joven de 17 años y origen senegalés que había acudido a la playa para jugar con sus amigos. Poco antes de las seis de la tarde, el balón salió despedido al agua y cuatro chavales se abalanzaron al mar para recuperarlo. Solo tres salieron de nuevo a la orilla y entonces saltaron las alarmas.

Una joven testigo de los hechos se apuró a llamar al 112 mientras los tres chavales regresaban al agua para intentar sacar a su compañero. Según relataron los propios amigos, «primero pidió ayuda y luego ya no lo vimos».

En pocos minutos se montó en la playa un operativo de búsqueda formado por un helicóptero de Salvamento Marítimo, una lancha de Gardacostas de Galicia, un equipo del Grupo de Rescate Acuático de los bomberos de A Coruña, así como numerosos agentes de la Policía Nacional, Local, la Cruz Roja y servicios de asistencia médica.

A las siete menos diez de la tarde y después de recorrer toda la ensenada del Orzán, el helicóptero Helimer 209 se quedó clavado sobre un punto no muy alejado de la orilla. La cámara térmica acababa de distinguir una silueta y se dio entonces la señal al Grupo de Rescate Acuático. Dos miembros estudiaban el lugar sobre una moto acuática y otros tres a nado. Desde su localización hasta la recuperación del cuerpo aún pasó media hora. «El mar estaba muy picado y por momentos nos venían varias olas que desplazaban al chaval -explica uno de los bomberos que participó en el rescate-; y luego está el cansancio de llevar trabajando una hora en el agua».

Siete y veinte, rescatado

Desde la orilla se pudo ver entonces, a las siete y veinte, cómo los agentes juntaban las cabezas en el agua y comenzaban a nadar hacia la arena. Llevaban el cuerpo del joven, de nombre Moussa. Entonces, el responsable de seguridad del Ayuntamiento de A Coruña, Carlos García Touriñán, les comunicó con gestos que viraran hacia una de las embarcaciones para trasladar el cuerpo hasta el puerto de Oza, donde un juez ordenaría el levantamiento del cadáver. Decidió que no procedía sacarlo por el medio de la playa, cuyo paseo marítimo acumulaba más de un millar de personas que contemplaban las operaciones de rescate apoyadas en la balaustrada del paseo marítimo.

No sabía nadar y llevaba pocos meses en la ciudad junto a sus padres

Según indicaron fuentes del Ayuntamiento de A Coruña, el joven ahogado apenas llevaba un año en la ciudad. Sus padres, en cambio, sí acumulaban largas temporadas en el barrio del Agra del Orzán, en la calle Entrepeñas. Y, hace varios meses, su único hijo se desplazó a España para vivir con ellos. Según trascendió de su entorno de amigos -que fueron visitados en pleno arenal por un equipo de psicólogos de la Cruz Roja-, el joven senegalés no sabía nadar. «Ni tampoco le apetecía mucho ir esta tarde [por ayer] a la playa, pero le insistieron y se fue con sus amigos a jugar al fútbol», indicaron. A Moussa le encantaba ese deporte y formaba parte del Deportivo Cristal, un club modesto de A Coruña.

Así lo confirmó también el presidente de la entidad, Manuel Ares, roto en la noche de ayer por la pérdida «de un gran chaval». Ares narró dos desgraciadas ironías sobre la tragedia de la playa. «Su padre es marinero», explica. «Y justo en el lugar donde ayer perdió la vida lo conocimos nosotros el verano pasado, al poco de llegar de Senegal -relata Manuel Ares-, estaba mojándose los pies y le dijimos si se quería incorporar al equipo». En medio de la tristeza, su club deportivo ya ha anunciado un partido de homenaje a Moussa. «Era un chico sencillo y una gran persona, se defendía muy bien con el castellano y era siempre muy colaborador».

Pésame del Concello

También lamentó la muerte, a pie de playa, el concejal de Mobilidade del Ayuntamiento de A Coruña, Daniel Díaz Grandío, quien destacó que «en la zona no había ningún tipo de alerta, las condiciones no eran especialmente malas, aunque siempre hay que estar alerta». Valoró que al menos el rescate del cuerpo se había realizado con relativa rapidez.

Una ensenada presidida por el monumento a los Héroes del Orzán

El ahogamiento del joven senegalés se produjo a muy pocos metros de la coraza donde la playa urbana de A Coruña cambia de nombre (Orzán y Riazor). Y esta plataforma que hace de proa de la ciudad alberga el monumento a los Héroes del Orzán. Inevitablemente cada ahogamiento en esta traicionera ensenada resucita el trágico episodio de enero del 2012, en el que tres policías nacionales se dejaron la vida para salvar a un estudiante eslovaco, cuyo cuerpo tardaría días en aparecer. Pero el goteo de ahogamientos aquí es inacabable, como la fatídica noche de San Juan del 2011. El pasado verano tampoco se salvó, con la muerte de una mujer (en junio) que tropezó en la orilla y otro ahogado en julio.