El Castrillón se manifestará contra un descampado infestado de ratas
A CORUÑA CIUDAD
Critican el abandono del solar, que según los vecinos es de titularidad municipal
01 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Maleza, baches, excrementos de perros y ratas. Ese es el panorama diario que se encuentran cada día junto a sus viviendas los vecinos de la calle José María Hernansáez, en el Castrillón. Una enorme parcela situada entre los números 2, 4, 6, 8, 10 y 12 está en el centro de las iras. Ante la falta de respuesta del Ayuntamiento, que según algunos es titular de parte del solar, han decidido concentrarse el próximo lunes para reclamar soluciones.
«Llevamos mucho tiempo así. Ya hemos enviado varios escritos, que el gobierno local ni siquiera responde», afirma Antonio Barral. Este taxista retirado es el portavoz de los afectados, que llevan años denunciando la situación de la finca y rascando su propio bolsillo en busca de soluciones y «parches».
«Hay un muro que divide el descampado. Para un lado es titularidad del Ayuntamiento, y es cierto que se han preocupado de asfaltar ese terreno. Del otro lado, donde a diario aparcan decenas de vehículos, no está claro quién es el propietario de la finca. Antes pertenecían a una inmobiliaria. Supuestamente, quebró y el Ayuntamiento decidió expropiarla. Sin embargo, existe una disputa porque el gobierno local todavía no ha abonado la cantidad acordada a Claudio San Martín, el anterior propietario», afirma Antonio Barral, que vive en el número 4.
La gota que ha colmado el vaso ha sido la falta de respuesta del Ayuntamiento a las dos solicitudes de entrevista con el alcalde. Además, hace un mes los vecinos también pidieron información sobre la finca a Medio Ambiente, ya que «entre esta concejalía y Urbanismo se pasan la pelota», afirma Rosa Cordo, vecina del número 10.
Los afectados se han puesto en contacto con un abogado, que los está asesorando. «Nos ha dicho que lo primero que debemos hacer es una concentración. Esperamos reunirnos unos 70 vecinos y comerciantes afectados. Si continúa sin haber interés por parte del gobierno local, cortaremos la calle», señala la vecina del Castrillón. «Solo queremos conocer exactamente la titularidad de la finca y poder exigir responsabilidades», sentencia.
Los afectados se han encargado de instalar una rampa para los coches y cortar la maleza
«La maleza llega a la acera. La gente tiene que caminar sorteando las ortigas», afirma Rosa Cordo, mientras señala los lugares más conflictivos de la finca. La vegetación se hace notar por todos lados. Son los propios vecinos los que se encargan de recortarla cuando es imposible utilizar los caminos peatonales, como el que da acceso a la Avenida da Concordia.
La lluvia también causa estragos en el descampado. «Cuando llueve se encharca toda la zona y es muy difícil mover los coches», afirma Antonio Barral. En la entrada a la finca, utilizada mayoritariamente como aparcamiento, hay una rampa. «La pusimos nosotros, entre tres o cuatro vecinos. Se rompió y tuvimos que volver a pagar el arreglo para que use el lugar todo el mundo», afirma Rosa Cordo, que también ha participado en trabajos de relleno del terreno: «Hay baches por todas partes, así que utilizamos zahorra para que los coches no se queden atrapados».
El número de vehículos en la zona aumentó en los últimos tiempos. Antonio, que lleva viviendo en la calle casi 50 años, señala que la apertura de una guardería hace que se llene el solar de automóviles. «Si hay coches que aparcan en doble fila, cuando llamas para que los retiren te dicen que no pueden hacer nada porque es una propiedad privada, pero eso no está nada claro», afirma.
La seguridad en las viviendas también preocupa a los vecinos. «Si hay un incendio en el número 12 -al que solo hay acceso desde el descampado-, el camión de los bomberos no podría acceder», afirma Rosa Cordo, que lleva tiempo denunciando la situación de la zona.