Escuchando Elefantes: «Los directos nos relajan, vivimos para ello»

Brais Capelán

A CORUÑA CIUDAD

CEDIDA

El dúo coruñés de folk rock iniciará el viernes en el Playa Club la gira de presentación de su nuevo disco

22 mar 2017 . Actualizado a las 13:32 h.

Silvia Rábade y Carlos Tajes son Escuchando Elefantes, conocidos por muchos por sus recurrentes actuaciones callejeras -en la calle Real o la plaza de Lugo, por ejemplo-. El viernes presentarán su último disco, Hope (Playa Club, 22.30 horas, 10 euros), dentro del ciclo de Los conciertos de Retroalimentación. Entre ensayo y ensayo, Silvia explica el cambio de estilo de este álbum.

 -Nuevo disco y primer concierto en casa. ¿Cómo llevan los nervios?

-Estamos más tranquilos de lo normal. Lo que más nos estresa es la promoción y la grabación. Los directos nos relajan, vivimos para ello.

-¿Por qué ese cambio radical en «Hope»?

-Fue un cambio paulatino. Investigamos otros sonidos. Empezamos los dos a tocar la batería y nos introducimos en un sonido más eléctrico. Refleja muy bien lo que vamos a hacer en directo.

-¿Cómo serán los conciertos?

-Vamos a ser los dos solos. Yo estaré principalmente en la batería, pero nos intercambiaremos en mitad del concierto. Hemos hecho una revisión al inicio de Escuchando Elefantes, antes de contar con una banda más amplia. Pero no es para nada un concierto acústico. Todos los temas tendrán batería y un sonido eléctrico.

-¿Cambia mucho tocar en la calle o tocar en una sala?

-Cambia bastante. Un concierto hay que prepararlo mucho, pero lo que más nos gusta de tocar en la calle es la espontaneidad. En cuanto a puesta en escena, creo que una actuación en la calle la vivimos igual que sobre un escenario.

-¿Qué importancia tiene el hecho de tocar en la calle?

-Es un complemento. Como músicos, tenemos la necesidad de tocar a menudo y la calle nos permite hacerlo sin tener que organizar nada. Ayuda mucho, pero el trabajo de fondo del músico que se patea un montón de locales hay que hacerlo igual. Sabemos que a la gente le gusta y, cuando queramos volver a tocar fuera, estarán ahí para escucharnos.