Pardo Bazán tendrá un espacio en la Fábrica de Tabacos para evocar la figura de las cigarreras

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

FUNDACION PEDRO BARRIE DE LA MAZA

Alonso Montero dio cuenta de la cesión de 200 metros durante la presentación de un nuevo número de la revista «La tribuna»

08 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Acaba de contarnos a condesa de Pardo Bazán que somos donos de 200 metros cadrados na Fábrica de Tabacos». Esto decía ayer Xesús Alonso Montero al comenzar, en la Real Academia Galega, la presentación de un nuevo número de la revista La Tribuna y de la traducción al japonés de Los pazos de Ulloa.

El presidente de la RAG indicó que al nuevo espacio no se va a trasladar ninguno de los objetos que están ahora mismo en la casa museo de la escritora, sino que están estudiando la forma de plasmar en el mismo la vinculación de Emilia Pardo Bazán con las cigarreras que protagonizan La Tribuna, «a gran novela do proletariado femenino», aseguró Alonso Montero.

El acuerdo para la cesión de ese espacio ha sido con la Consellería de Presidencia de la Xunta, que es la dueña del recinto fabril que, una vez acabada la reforma, acogerá la mayor parte de los órganos de la Administración de Justicia de la ciudad. Este será el uso principal de unas instalaciones en las que la Xunta reservó 3.000 metros cuadrados para ceder al Ayuntamiento coruñés, que por el momento no ha concretado el uso de los mismos. También los responsables municipales de hace una década habían apuntado la posibilidad de que la escultura original de la escritora que estaba en los jardines de Méndez Núñez acabara instalándose en la Fábrica de Tabacos. Y es que dicha figura fue llevada a los talleres municipales con el fin de restaurarla tras los diversos daños que había sufrido. Y allí sigue.

Con todo, Emilia Pardo Bazán regresará a la Fábrica de Tabacos donde, en un principio, no fue admitida por las cigarreras, según recordaba durante una disertación sobre su figura Xulia Santiso, la actual directora de la casa museo.

Deuda pendiente en Japón

En el acto de ayer, Alonso Montero apuntaba que Pardo Bazán «aínda non é recoñecida no mundo, sobre todo no mundo hispánico, como debería ser», mientras que el profesor Eizo Ogusu, autor de la traducción al japonés de Los pazos de Ulloa, dijo a través de una vídeo conferencia: «A miña tradución non é máis ca un paso, un intento para avivar o interese do público xaponés para coñecer a Emilia Pardo Bazán». Y anunció: «Seguirei combatendo as convencións e os prexuízos da sociedade xaponesa ata o día en que ela cobre o seu verdadeiro valor». Este profesor escribe en la revista La Tribuna, de la que su responsable, el académico de la RAG Barreiro Fernández, destacó: «A revista foi acadando pouco a pouco un espazo que cómpre conservar, penso que xa ten suficiente percorrido para presentarse con autonomía e forza».

Cristina Patiño, secretaria de la publicación, detalló los contenidos del último número, en el que Xosé Carlos Ríos escribe sobre la relación de la escritora con la ópera, y María del Mar Novo rescata un cuento de Pardo Bazán que no estaba registrado hasta ahora y fue publicado en la Unión Ilustrada de Málaga.

Un empleo festejado más que una boda

«El día en el que recogió el nombramiento hubo en casa del barquillero la fiesta acostumbrada en casos semejantes, fiesta no inferior a la que celebrarían si se casase la muchacha». Así relata Emilia Pardo Bazán cómo Amparo, la protagonista de La Tribuna, entró a trabajar en la Fábrica de Tabacos. Y sigue diciendo: «Mandó la madre decir una misa a Nuestra Señora del Amparo, patrona de las cigarreras, y por la tarde fueron convidadas sus amistades a un festín asiático: hubo empanada de sardina, bacalao, vino de Castilla, anís y caña a discreción, rosolí y una enorme fuente de papas de arroz con leche». Entre las claves coruñesas de la novela está que Marineda es A Coruña, el Barrio Alto, la Ciudad Vieja; el bajo, Pescadería, La Olmeda es la Palloza y Amparo vive en la cuesta de San Hilario, que es la de Santa Lucía.