«Tres años para echarlos, me amenazaron, y causaron daños por 80.000 euros»

a. m. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

26 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay miedo entre los propietarios que sufrieron o sufren una ocupación a salir con nombre y apellidos en el periódico. Para muestra, María (pide que se le llame así, no por su verdadero nombre), que reconoce que «la víctima» es ella y que nadie tendría que esconderse, pero «los okupas me amenazaron en los juzgados, me hicieron pasar años horribles y aún tengo miedo», admite. Como ella, otros muchos consultados por La Voz desvelan situaciones o experiencias de años peleando en los juzgados, amenazas, dinero perdido... Y rechazan dar su identidad.

María vivió en Suiza, adonde sus padres habían emigrado y donde ella se crío. Con los ahorros familiares, en 1998 levantaron una casa de dos plantas en Monte Alto. En febrero del 2012 decidieron regresar a España y establecerse en el inmueble que habían adquirido en A Coruña. Y se encontraron con que las dos plantas estaban ocupadas por sendas familias. «Mi padre, cuando llamó a la puerta, le dijeron que se fuera, que la casa era de ellos y que no se iban a ir», recuerda. Se llamó a la Policía, que se presentó y ya le dijeron al propietario «que no había nada que hacer, que denunciara y se armara de paciencia». Y vaya si se armó. «Tres años para echarlos, me amenazaron y causaron daños por 80.000 euros», lamenta María. Explica que «prácticamente hubo que levantar de nuevo toda la casa. Y que su padre se pasaba en la obra todo el día para que nadie volviese a entrar. «A sus 76 años, pobrecito», se lamenta.

Mientras todo eso ocurría, vivieron entre Suiza y un pueblo del interior de Lugo, del que son los padres. Y viajando «cada dos por tres a A Coruña para seguir el proceso, que nos costó 3.800 euros solo de abogados». María no cuenta lo que les supuso tener que vivir a caballo entre Berna y Lugo durante tres años.