La patata de Carballo alcanzó 1,60 euros el kilo y las judías verdes, seis

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Paco Rodríguez

El elevado precio aleja las verduras del sur de España de las mesas coruñesas

09 feb 2017 . Actualizado a las 16:49 h.

Servir un plato de verdura en la mesa se ha convertido en un auténtico lujo, y ello a pesar de que los productos de la huerta bajaron en los últimos días sus precios, en algunos casos un 50 %.

Destacan los comerciantes de este sector en A Coruña «que el encarecimiento se notó sobre todo en los productos que llegaban desde las plantaciones del resto de España, la mayoría desde Almería y Murcia». Subrayan también que el precio de las verduras cosechadas en Galicia «apenas se incrementó».

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Sobresalieron sobre todo los precios de las judías, que llegaron a 5,95 euros el kilo; la berenjena, alcanzó los 5,50 euros; el brécol, que se vendía a 5,30, o el calabacín, a 5 euros el kilo.

¿Cuál fue la causa de esta subida de precios? Los mayoristas alegaban «que la sequía afectó a las cosechas», explicó Julia, comerciante de la plaza de Lugo. A Ana, frutera, le llegó el rumor de que los productores «recolleron moi pouco produto e atenderon, sobre todo, aos seus clientes estranxeiros antes cós nacionais, e de aí a escaseza de mercadoría».

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Los comerciantes que se dedican a la venta al público indicaron que en los puestos había mucha menos cantidad de productos de las fincas del sur de España. «Non podíamos ir ó mercado central e traer cantidades importantes de mercadoría, xa que non a vendíamos», indicó Ana.

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Dos meses sin calabacines

Y así lo demuestran las declaraciones de los consumidores finales: «Aos meus netos fágolle a miúdo cabaciña, pero levo máis dun mes sen comprala porque está carísima, aínda que agora baixou un pouco», indicaba María Dolores Sanjurjo, una vecina de la plaza de Pontevedra. «Me encanta la berenjena, pero pasé de tomarla durante este tiempo», indicaba Luisa Suárez, una residente en la zona de Cuatro Caminos.

Sin embargo, en las últimas horas los precios tienden «a normalizarse», señaló Juan Carlos, un tendero del Castrillón. Así, los calabacines ya se pueden comprar entre 2,80 y 1,98 euros el kilo, las judías desde 4,20 a 2,98, o las berenjenas, que el consumidor final ya puede adquirir entre 3 y 2,60 euros el kilo.

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Mención aparte tiene la patata gallega. La cosechada en la zona de Carballo alcanzó los 1,60 euros el kilo, «cando nestas datas non adoitaba pasar do euro», explicó Julia. Esta placera dice que no recuerda «estar a este prezo». Sus proveedores le explicaron que el motivo del encarecimiento «debeuse á falta de chuvia, e agora os agricultores aínda teñen o problema da praga», refiriéndose a la polilla guatemalteca.

«As recollidas na horta galega só aumentaron o prezo entre 15 e 20 céntimos»

Mientras las verduras procedentes de las producciones de los campos del resto de España se ponían por las nubes, «o prezo das recollidas na horta galega aumentaron moi pouco, entre 15 e 20 céntimos, dependendo da peza», indicó Ana, una placera.

Así, la coliflor se puede comprar entre 2,20 y 2,50 euros; a 1,80 y 1,50 el repollo; la lechuga a 0,80; el manojo de espinacas está entre 1,60 y 1 euro, y las acelgas no superaron los 1,50 euros.

Un mayor incremento sufrieron los grelos. El precio del manojo de esta verdura ascendió hasta 1,95 euros, «eso si, son de Monfero e están moi bos a pesar das xeadas que afectaron ás plantacións», subrayó esta vendedora que tiene un puesto en la plaza de Lugo.