Iago Carro, el arquitecto del proyecto de humanización de Alfonso Molina, quiere que el peatón viva la avenida y pide no quedarse solo en la anécdota del paso para anfibios
01 feb 2017 . Actualizado a las 11:40 h.El arquitecto Iago Carro, autor con el colectivo Ergosfera del proyecto de humanización de Alfonso Molina -adjudicado a la entidad por el Ayuntamiento por 15.000 euros- repasó ayer en Radio Voz los detalles de la propuesta.
-¿Hacen falta pasos de anfibios y praderas en Alfonso Molina?
-Seguimos utilizando como medio para ridiculizar proyectos la cuestión de lo verde, las praderas, los pasos para animales. Este es un momento para llevar el debate a otros puntos, como reequilibrar la relación asimétrica entre personas, conductores y vecinos en esta vía, y evidentemente, cuando se incorpora la opinión de otro tipo de expertos, no solo de urbanistas, empiezan a aparecer otras necesidades. Ahora mismo se está elaborando el mapa de la biodiversidad en el municipio y la gente que lo está haciendo detecta que pueden existir una serie de colonias de animales alrededor de Alfonso Molina y que no está de más aprovechar las obras para hacer pequeños pasos.
-¿Césped no, pradera sí?
-El césped utilizado de forma masiva puede no tener sentido. En las zonas con uso, como el jardín de Matogrande, no pasa nada porque lo haya, pero en sitios inaccesibles podemos dar el paso a otro tipo de jardinería más autóctona y más sostenible, más económica.
-¿Y las propuestas anticapitalistas?
-Simplemente por pronunciar esa palabra parece que eres defensor del gulag, y no es así. Cualquier disciplina humana está mediada por el capital. Hablar de capitalismo cuando se habla de ciudad es simplemente querer entender por qué pasan cosas. Hay medidas que pueden ayudar a distorsionar pequeñas cosas, como en la publicidad. No es normal que el 100 % de la comunicación formal de la avenida sea mediada por el mercado.
-En Ergosfera defienden el feísmo.
-La mayoría de las cosas consideradas feísmo entendemos que son procesos muy productivos para el territorio. En cualquier país se estaría valorando como cultura, como reciclaje.
-¿Le gustan los somieres valla?
-El somier valla me parece maravilloso. No decimos que sea la opción para toda Galicia. Solo decimos que como sociedad deberíamos apoyar ese camino distinto de la metodología tradicional para hacer una valla, mucho más costoso.