26 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.
Las continuas demoras en la reforma de Alfonso Molina da para pocas bromas. La paralización de la ciudad cada vez que se produce un mínimo percance es razón suficiente para actuar con rigor y celeridad. Los países desarrollados proyectan sus infraestructuras atendiendo a la protección de la fauna. Pero arriesgarse a retrasar más la obra de Lavedra para construir corredores para los anfibios se antoja un despropósito. En Matogrande viven personas.