Marea y PSOE provincial presionan por un pacto sobre el presupuesto

Xosé Gago / Elena Silveira A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

El grupo municipal guarda silencio y Cardador acusa al gobierno de no tener proyecto

25 ene 2017 . Actualizado a las 13:51 h.

Crece la presión para que el PSOE de A Coruña alcance un acuerdo sobre los presupuestos con la Marea Atlántica. La presión es externa, la que ejerce la propia Marea. Su portavoz, el alcalde Xulio Ferreiro, acusó a los socialistas de presentarles «un programa electoral» en vez de propuestas para incluir en las cuentas en la reunión que ambos grupos mantuvieron el lunes. Ferreiro insistió en que espera llegar a un principio de acuerdo en el encuentro que tendrá lugar hoy, pero subrayó que si no lo hay «teremos que seguir outro camiño, porque non imos cometer o erro do ano pasado e seguir agardando por unha negociación que ao final nunca se pechou».

Ese otro camino es la cuestión de confianza, y el alcalde avanzó que podría convocar el pleno para debatirla la próxima semana.

También hay presión interna. La ejerció el presidente provincial del PSOE, Julio Sacristán, que firmó un acuerdo con la Marea de Culleredo para sacar sus cuentas. Sacristán dijo que «hai que buscar acordos porque se non se paraliza a actividade dos concellos». Sacristán rechazó «que non se podan acadar acordos entre os grupos en temas mínimos para o Concello». Es más, señaló que las diferencias entre el PSOE y la Marea no son tantas, «e se hai diferenzas insalvables se deben aparcar». Para él, solo hay dos salidas: «Ou se pacta ou se presenta a cuestión de confianza e despois a moción de censura». «Pero presentar ao alcalde unha moción de confianza sen presentar alternativa... pois me parece ridículo perder tanto tempo, sinceramente».

Sus palabras llegan con el PSOE local inmerso en una crisis profunda tras la dimisión de su portavoz, José Manuel Dapena, y de su secretaria general, Mar Barcón. Ayer el grupo socialista prefirió no valorar la situación.

Sí habló en Radio Voz el futuro presidente de la gestora, el exconcejal Florencio Cardador, que insistió en que su partido «debe tener un proyecto autónomo muy claro», y en que necesita un «líder que sepa aglutinar a una formación dividida». Cardador, que también acusó al gobierno de carecer de proyecto de ciudad, hizo un llamamiento a los militantes del partido para mantener la unidad, y recordó que él se puso al servicio de Mar Barcón cuando fue elegida en el 2011, a pesar de que formaba parte de un sector que no la había respaldado.

Por su parte, el exportavoz parlamentario, José Luis Méndez Romeu, publicó un artículo en su blog en el que advierte de la situación crítica del PSOE, y dice que la dirección provincial y la gallega quieren una organización local «débil e influenciable, antes que volver al bastión electoral» que la ciudad fue para los socialistas hace más de diez años.

La indecisión de Ferraz para formar la gestora agrava la crisis interna de los socialistas

El presidente provincial del PSOE, Julio Sacristán, espera que hoy se nombre la gestora del partido en A Coruña, un proceso que según fuentes de la formación se ha «convertido en una melé», en la que están aflorando tensiones personales y las divisiones entre las distintas familias socialistas.

La propuesta inicial pasaba por crear una gestora pequeña, de once personas, con capacidad para tomar medidas internas, y con mayoría de los sectores próximos a la exsecretaria general Mar Barcón, aunque con representantes de otros sectores del partido.

Pero la gestora de Ferraz, muy próxima a Susana Díaz y cada vez más centrada en la batalla para que la líder andaluza lo sea también de todo el partido, no actuó con rapidez. Durante la semana pasada negoció con los distintos sectores, en especial con el PSOE provincial, que quieren evitar una mayoría de los fieles a la exsecretaria general. Además también es necesario incluir en el organismo a algunas personas próximas a su futuro presidente, el exconcejal Francisco Cardador.

En medio de las discusiones para dar acomodo a esas posturas se llegó a plantear una gestora de 15 personas, que muchos sectores consideran inoperante, y lo más probable es que terminen siendo 13. Además se están buscando perfiles más neutros, lo que podría evitar conflictos a corto plazo, pero también podría restar capacidad para tomar decisiones firmes, según señalan las mismas fuentes.