Una mujer que atropelló y mató a su novio tras discutir con él no irá a prisión

a. mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

La Audiencia sostiene que no hay pruebas que lleven a pensar que la acusada tuvo intención de arrollarlo con el coche

22 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Discutían en plena calle. Se dijeron de todo. Hasta que la mujer decidió zanjar el litigio subiéndose al coche. Arrancó y, sin querer, atropelló al hombre, que falleció. En un principio, ella fue sospechosa de querer matarlo, pero finalmente solo la procesaron por un delito de homicidio imprudente. El fiscal pedía que fuese condenada a dos años de prisión. Pero un juez de lo Penal le rebajó la pena a un solo año. Esta pasada semana, la Audiencia Provincial de A Coruña ratificó el castigo. Al carecer de antecedentes y ser la condena inferior a los dos años, no tendrá que ingresar en la cárcel.

La pareja llevaba en junio del 2012 unos meses saliendo. Él era uruguayo y ella madrileña. La madrugada del día 16 la pasaron discutiendo. Y ya al amanecer cada uno se fue por su lado. El hombre caminando y ella al volante de su coche. Poco después, la procesada se cruzó con su novio en la avenida Ponte da Pedra, en Carballo. La sentencia explica así lo vivido en aquel momento: «Divisó a su pareja andando por el lado contrario de la calle, por lo que decidió acercarse a él, atravesando el carril contrario y deteniendo su trayectoria en la zona de estacionamiento anexa a la acera por donde iba su pareja». Tras bajar la mujer la ventanilla delantera izquierda del vehículo, ambos reanudaron la discusión y, «sin que exista la debida constancia de que su propósito fuese el de atropellar a su compañero», reinició la marcha, «pese a advertir que tenía a su novio pegado a la parte delantera o lateral izquierda del turismo». Efectuó un brusco giro a la derecha con el fin de incorporarse a la calzada y alcanzó de lleno a su pareja, que salió despedido contra la acera, golpeándose la cabeza contra el asfalto, produciéndole un traumatismo craneoencefálico agudo que motivó su fallecimiento minutos después.

La acusada, de 31 años, ofreció su versión de lo ocurrido dos días después del trágico incidente. Explicó que su actuación no había sido más que un intento de defenderse de las palizas a las que la sometía su pareja. Ambos habían iniciado una relación pocos meses antes. Aquella fatídica madrugada, según la acusada, se produjo una gran discusión, y, en un momento dado, su pareja trató de agredirla una vez más, e incluso llegó a golpear en varias ocasiones los cristales del coche. «Nunca quise atropellarlo, fue un accidente», declaró la procesada.