El 44 % de los vecinos descontentos con el gobierno local creen que no ha hecho nada

La Voz LA VOZ / A CORUÑA

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La política social y la participación ciudadana son las principales mejoras para la población satisfecha con la Marea

15 ene 2017 . Actualizado a las 14:31 h.

Tibieza entre los simpatizantes y contundencia entre los adversarios. Con ese talante responden los vecinos a la gestión que el equipo de la Marea ha hecho de los asuntos de la ciudad en los 19 meses que lleva en María Pita. Aunque apenas hay diferencia entre los ciudadanos que consideran «positivo» el trabajo del gobierno municipal (el 38 %) y los que lo puntúan en «negativo» (el 37 %), el análisis detallado de ambos grupos revela comportamientos muy contrastados.

Del conjunto de los opositores, el 44,7 % opina que la Marea no ha hecho nada. Es la elección mayoritaria de los consultados ante una pregunta que indaga «las cosas negativas que ha hecho» el gobierno a través de una lista que desgrana 15 áreas de gestión. Detrás del 44 % que solo ve inacción aparece un 16 % crítico con la conservación de las calles (suciedad y mala recogida de basuras), un 8,7 % disgustado por las promesas incumplidas y grupos más reducidos, por debajo del 10 %, para los que los problemas principales son el abandono de los barrios, las licencias, el tráfico, etcétera.

El sesgo de la ideología

Más elocuentes resultan las respuestas según la filiación política de los encuestados descontentos con la labor municipal. Entre los que votaron a En Marea en las elecciones de junio del 2015, más del 46 % creen que el equipo de Xulio Ferreiro «no ha hecho nada». Otro 20 % censura el abandono de la periferia; el 13,3%, el cambio en los nombres de las calles, y otros tres grupos con sendos 6,7 % desaprueban la gestión de las fiestas, el tráfico y el transporte público, y la conservación de las calles. Entre los del Partido Popular, los que piensan que el gobierno no ha hecho nada también son mayoría, el 38 %, y las faltas más acusadas para los conservadores son, por este orden, la suciedad de las calles y las deficiencias en el servicio de recogida de basura, la mala gestión en general, el abandono de la periferia y las licencias. Aún más rotundos, los descontentos que votaron al PSOE apuntan un 60 % a la inacción de los de Ferreiro, y un 9 % a la economía como principal quiebra en la gestión. Mención aparte merecen los insatisfechos con el gobierno de la Marea que declaran haber votado al BNG: el 100 % niega la mayor y no encuentra errores que destacar porque estima que no han hecho nada.

Los distritos desmenuzan la opinión de la ciudad con diferencias muy significativas. «No ha hecho nada» es la respuesta preferida de los críticos de Monte Alto (71 %) y la menos repetida en el distrito 10 (Ventorrillo, Penamoa, la Grela, Bens), donde preocupa más el estado de las calles y el asunto de las licencias. La conservación de la red viaria y las políticas sociales disgustan especialmente en el Castro de Elviña, A Zapateira, Feáns, Mesoiro y Vío, y la mala gestión y la reforma de la Marina, en la Ciudad Vieja. La imagen del alcalde recibe la peor valoración en Eirís, Casablanca, As Xubias, Palavea y A Pasaxe.

Así responden los satisfechos

Con más matices se expresan los vecinos satisfechos con el equipo del gobierno local. No hay aquí logros triunfales, sino avances en política social, a juicio del 18,2 %, participación ciudadana (15,6 %), reducción del gasto (11 %), atención a los barrios (9,7 %) o transparencia (7,1 %).

La ideología impregna las respuestas de manera que incluso en el grupo de ciudadanos conformes con la Marea los que votaron al PP optan en el 75 % de los casos por no contestar a la pregunta sobre los aspectos positivos del nuevo gobierno. Y el restante 25 % de los votantes conservadores les reconoce «la atención a los barrios». En el caladero socialista -también aquí el 45 % prefiere no concretar ningún avance, pese a concluir que el balance de los últimos 18 meses es positivo- la participación ciudadana es la conquista más sobresaliente para el 18 % de los encuestados, seguida de la limpieza, las mejoras sociales y la buena gestión. Y muy llamativas resultan las respuestas de los votantes del BNG satisfechos con el gobierno: la reducción del gasto y las mejoras sociales son dignas de elogio para el 66,7 % y el 50 % de los encuestados, respectivamente. Entre los electores de En Marea prácticamente todas las áreas merecen encomio menos el carrilbici, valorado en cambio por los simpatizantes del BNG y los que votaron en blanco.

Los éxitos para los suyos

Los auténticos éxitos para los seguidores de la Marea tienen que ver con la política social, la participación, la gestión general, la transparencia, la reducción del gasto y la atención a los barrios. Un 22 %, sin embargo, prefirió no contestar a la pregunta sobre los aspectos positivos del gobierno.

El entusiasmo también va por barrios. En el amplio cinturón popular que abraza la ciudad a través de la avenida de Finisterre, Ronda de Nelle, Falperra, Sagrada Familia, los Mallos, Vioño, Sardiñeira y estación de tren, los encuestados apuntan en la casilla del haber prácticamente todas las políticas promovidas por la Marea, desde las que tienen que ver con la ley de memoria histórica hasta las iniciativas culturales, sociales, de fortalecimiento de la transparencia, la participación y la atención a los barrios. También Riazor, Labañou, Visma, Peruleiro, Paseo de Ronda y Ciudad Jardín celebran el gobierno en minoría.

Las mujeres, más ferreiristas

En términos generales, la política de Ferreiro recibe más apoyos entre las mujeres que entre los hombres. Son mayoría (el 40 %) las que la califican positiva frente al 34 % que la rechaza, y ese respaldo hegemónico se observa también entre los vecinos, hombres y mujeres, de entre 18 y 29 años (el 51 % son favorables a la Marea) y entre 30 y 44 años (48,7 %). A partir de esa franja de edad, sin embargo, la corriente de opinión se invierte y una mayoría superior al 43 % no hace buen balance del gobierno.

Sobresale, por atípica, la calificación favorable del 54 % de los votantes del BNG a la gestión del alcalde. Y por distritos, cuatro (de diez) suspenden al gobierno.