Harto de ser un hombre de paja

Eduardo Eiroa Millares
E. EIroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Tras el revés electoral del 2015 Dapena asumió la portavocía arropado por Barcón, que siguió como secretaria general

13 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Abel Caballero llegó de visita a A Coruña en abril del año pasado salieron a recibirlo al coche, en el Club Financiero, los pesos locales del partido. El alcalde de Vigo avanzó decidido hacia Mar Barcón, la abrazó y se dirigió a ella como «portavoz». Después saludaría a Dapena. Pedro Sánchez -a quien después la edila coruñesa ayudaría a descabalgar- también tenía claro quién era la jefa en el partido en la ciudad. Cuando Pedro Sánchez se reunió con Xulio Ferreiro en el Finisterre, a Dapena nadie le pidió su opinión, como tampoco contaron con él hace unas semanas en el encuentro con el alcalde organizado por Cerviño y al que acudió Barcón. Esa cita no fue la causa de la renuncia de Dapena, solo el detonante, tras un tiempo en el que el portavoz promovido en su día por la secretaria general, Mar Barcón, había ido perdiendo un cierto protagonismo dentro del grupo municipal socialista.

Trayectoria

Asesor con Romeu y Losada. José Manuel Dapena, abogado, no es nuevo en la política. Durante el bipartito en la Xunta fue asesor de Presidencia, con Méndez Romeu al frente de la consellería, puesto del que salió antes de acabar el mandato para incorporarse al gabinete de Javier Losada, entonces alcalde. Tras la derrota en el 2011 se situó, con Barcón, en el grupo que pedía una renovación y de hecho fue uno de los que logró, dimitiendo de la ejecutiva, que Losada dejase el timón del grupo. Otros cuatro integrantes de ese organismo lo dejaron también para forzar esa salida. Entre ellos estaba Yoya Neira, que sigue siendo concejala, pero con la que la sintonía que pudo haber se enfrió definitivamente después de la caída del PSOE y la llegada a María Pita de la Marea: Dapena fue portavoz, Neira no.

A la sombra

Sin poder de decisión. Tras conocerse el resultado de las municipales del 2015 Mar Barcón, candidata a la alcaldía, anunció que el revés electoral tendría consecuencias en el grupo. La única que hubo fue que la secretaria general dejó la portavocía en María Pita. Sin embargo, el poder sobre el PSOE local siguió en sus manos. Dapena, número cuatro de la lista socialista en aquellos comicios de mayo del 2015, fue elegido portavoz del grupo municipal, pero en el año y medio que estuvo representando al partido no tuvo capacidad para tomar decisiones por su cuenta. Quienes participaron en negociaciones con él desde el gobierno local recuerdan que nunca en esos encuentros, Dapena tomó una decisión sin consultarla antes. Una posición incómoda cuando se ejerce nominalmente el liderazgo.

Elecciones

Un partido a la baja. Durante su año y medio de portavoz Dapena afrontó tres elecciones distintas, además de las municipales del 2015. Si entonces el partido tocó fondo con seis ediles, en las autonómicas y en las generales su situación no mejoró mucho con respecto a esos resultados. Los socialistas se dejaron la mitad de su electorado en la ciudad, aunque en la repetición de las generales ofrecieron leves síntomas de recuperación. El sector más crítico del partido, aunque no en público, tampoco ahorró en quejas.

Desencuentros

Sin contar con él. En marzo del año pasado Pedro Sánchez, entonces un presidenciable, se reunía con Xulio Ferreiro en A Coruña. Ese encuentro, en el que tampoco se contó con el portavoz del partido, sentó bastante mal a Dapena. A finales de ese mismo año sería Mar Barcón, por su cuenta, quien decidiría votar contra Pedro Sánchez en el conflictivo comité federal sin contar con la militancia del PSOE local. Ni con Dapena.

La cara del pacto

Intento de entrar en el gobierno. A José Manuel Dapena le tocó también gestionar la indecisión de su partido con respecto a la Marea. Le dieron la alcaldía a Xulio Ferreiro sin pedir contrapartidas, pero no se definieron sobre si debían seguir apoyando al nuevo gobierno local, enfrentarse a él o llegar a un pacto. Fue Dapena quien dio la cara durante meses políticamente erráticos, y también él quien finalmente expuso la intención de su grupo de entrar en el gobierno local. Tampoco ese momento fue sencillo de gestionar, con Barcón poniéndose de perfil en el asunto. Finalmente la Marea les dio calabazas y se las llevó Dapena, el rostro público de ese intento de pacto. Mar Barcón, por su parte, abría otra vía de posible acercamiento al alcalde con ese encuentro que trascendió ayer cuando lo contó La Voz de Galicia y que no agradó al hasta ayer portavoz del grupo municipal socialista.