Dicen además que, si el equipo psicosocial del Imelga fuese más numeroso, podría haber un psicólogo permanente en el juzgado para asistir a las víctimas. Y si el juez contara con más funcionarias, las víctimas recibirían mejor respuesta y apoyo.
Javier Fernández, de Alternativas na Xustiza-CUT, lamenta que la situación provoca que «as medidas provisionalísimas teñen máis de catro meses de retraso». A mayores, el número de procedimientos aumentó este año. Los civiles subieron un 30% y los penales el doble.