El contrato de recogida de basuras termina después de medio siglo

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

César Quian

Asciende a casi 10,2 millones anuales y quedará en precario a partir del 16 de enero

05 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El próximo 16 de enero finaliza uno de los contratos de servicios más importantes de la ciudad, también uno de los más gravosos y largos que ha concedido el Ayuntamiento de A Coruña. Se trata de la gestión del servicio de recogida y transporte de basuras, que cada año cuesta 10,2 millones de euros a las arcas municipales.

Fue firmado el 16 de enero de 1967 con la empresa Ferroser, encuadrada en Ferrovial, la gran multinacional de la familia Del Pino que a través de sus filiales gestiona aeropuertos, autopistas y tiene una presencia destacada en los sectores de la construcción y de los servicios. En el 2004, el nombre de la concesionaria pasó a ser Cespa, la filial de Ferrovial para el sector de los servicios urbanos y medioambientales, mientras que Ferroser se especializó en mantenimiento de infraestructuras y edificaciones.

Sea bajo el nombre que sea, y a pesar de los diversos cambios administrativos que se han producido en su historia, incluyendo la modificación del pliego de condiciones en 1984 o una revisión del canon el año pasado, el contrato se ha mantenido vigente durante medio siglo. En ese tiempo el servicio se ha prestado de forma casi ininterrumpida. Las principales interferencias se han producido por conflictos laborales, relacionados o no de forma directa con el servicio, que por lo general son relativamente frecuentes dentro del sector.

Las últimas interrupciones se produjeron en el 2013, aunque el conflicto laboral no estalló en el servicio de recogida, sino en la planta de reciclaje de Nostián, administrada por otra compañía y en la que los camiones de Cespa depositan los residuos.

Aunque el contrato finaliza el 16 de enero, aún se desconoce cuándo volverá a estar adjudicado de nuevo. La Concejalía de Medio Ambiente ha licitado, por el momento, un contrato de 140.000 euros, que percibirá una empresa por redactar los pliegos del contrato de recogida de residuos que sustituirá al actual. La decisión de «privatizar» esa tarea, que por lo general hacen los funcionarios, ha provocado críticas de la oposición, que da por seguro que el servicio todavía lo seguirá prestando durante largo tiempo Cespa en precario, es decir sin un contrato regulador y mediante el pago de facturas.

En esa situación ya se encuentran otros servicios municipales. Destaca el mantenimiento de zonas verdes, cuya tramitación fue anulada por el gobierno local al encontrar «defectos de forma» en el concurso iniciado por el PP. El servicio cuesta al Ayuntamiento más de 445.000 euros mensuales y desde hace algo más de un año se gestiona en precario, lo que obliga al alcalde a legalizar las facturas, que son objeto de reparo por parte del interventor. Este último mes se sumaron otros dos contratos a esa lista, se trata de la gestión de bibliotecas, que sigue pendiente de su municipalización, y los servicios complementarios del IMCE, que están contratados a Sermasa, una filial del grupo Vendex investigado en la operación Pokémon.

En conjunto, María Pita paga al mes más de 700.000 euros en servicios sin contrato. Esa cantidad se multiplicará por más de dos cuando concluya el contrato de recogida de basuras.

En un año habrá que renovar el millonario servicio de limpieza viaria

El otro gran contrato junto a la recogida de basura es el de limpieza viaria. Asciende a casi 10,4 millones de euros y también está cerca de su fin: concluirá en enero del 2018. Dos años más tarde, en el 2020, finalizará el de la gestión de la planta de Nostián, que supera los 6,5 millones de euros. En el medio se ha metido la concesión de la Compañía de Tranvías, que tenía firmado hasta el 2023, pero que según el Ayuntamiento ya habría terminado por la entrada en vigor de una directiva europea. Como existen dudas, el gobierno local le ha dado una prórroga hasta finales del 2018.