«La magia es un reflejo de la sociedad»

La Voz

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

El mago, al que David Copperfield ha comprado uno de sus números, inaugura la Navidad en Marineda City

22 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Para abrir la época más mágica del año, nada mejor que un mago. Así lo han pensado en Marineda City, donde este jueves a las 19.30 se encenderán las luces de Navidad. Y para ello contarán con la presencia de Jorge Blass, toda una referencia de la magia en España al que el mismísimo David Copperfield le ha comprado uno de sus números. Blass, que ofrecerá algunos de sus juegos de magia a los presentes en el centro comercial y tendrá un encuentro con una veintena de afortunados, volverá en plena época navideña, el 29 y 30 de diciembre, para actuar en el Teatro Colón, con tres funciones de su último show: Palabra de mago.

-La magia está de moda.

-Se nota en los teatros, que están llenos, en el cine, la literatura... La magia está ahora más presente que nunca. Es un momento muy dulce para la magia.

-Por aquí contamos con una buena cantera de magos.

-En A Coruña no solo hay grandes magos, sino que hay grandes creativos, que es más difícil de encontrar. Es el caso de los hermanos Kiko Pastur y Román García, que son magos muy originales que no dejan de dar que hablar. La magia gallega siempre ha sido un gran referente, y esta nueva hornada de magos están innovando muchísimo, no solo en magia de cerca, sino también en magia de escena.

-Es su generación la que está despertando nuevas vocaciones.

-Eso lo notas cuando al terminar un espectáculo te vienen niños y te dicen que empezaron a practicar magia con un libro mío. Eso es lo que me pasaba a mí con Juan Tamariz, así que es muy emocionante, porque veo la misma cara de ilusión que tenía yo cuando me llevaban a ver a Pepe Carrol o el Mago Antón.

-¿Cómo se metió usted en esto de la magia?

-Yo, como todos, me quedaba alucinado cuando veía a Tamariz en Magia Potagia, aquel programa que había en la televisión, y poco a poco me lo fui tomando más en serio. Primero a través de los libros, después me introduje en las sociedades mágicas...

-¿Sociedades mágicas? Suena inquietante...

-Son sociedades en las que nos reunimos los magos y compartimos nuestros secretos. La gente se piensa que somos un colectivo muy celoso de nuestros secretos, y en verdad nos reunimos cada semana para compartir nuestros hallazgos, lo que hace que avance la magia, que innovemos. La relación entre magos es buenísima. Lo que no quita que siempre pueda haber una oveja negra. Tenemos una pasión que nos une. He viajado a Japón o a China y me he comunicado con la magia con otros compañeros, sin tener ni idea del idioma. Habla por sí sola, es un lenguaje universal.

-En la magia, ¿está todo inventado?

-No, tiene todavía mucho por explorar. Y ahora más que nunca, que la tecnología no ha abierto infinidad de puertas y la posibilidad de reinventar la magia. Estamos haciendo números con las redes sociales, impresoras 3D... Cosas que hace un tiempo eran impensables. La magia se reinventa porque es un reflejo de lo que ocurre en la sociedad. La magia da respuesta a los sueños del público. Antiguamente sacábamos conejos de chisteras, ahora nos teletransportamos. Por eso nunca pasará de moda, siempre fascinará por presentar ese misterio que tiene lo imposible.

-A usted no debe ser fácil sorprenderle.

-Me sigue encantando ver a profesionales de la magia y sentirme público, aunque es más complicado poder disfrutarlo como el primer día, porque ya conozco muchos métodos de trabajo y cuando veo un juego intuyo cómo puede hacerse. Pero eso no quita que aprecie más que nunca la presentación, la puesta en escena...

-En Navidad vendrá a actuar al Teatro Colón.

-Sí, con un gran espectáculo, una producción muy compleja. Somos diez personas en escena y es un show, digamos, tipo Las Vegas, donde habrá magia muy avanzada, magia tecnológica.

-¿Podremos ver el número que le compró David Copperfield?

-Sí, lo llevaremos a escena en A Coruña. Lo ideé con mi equipo hace unos años, y el año pasado me dicen que tengo una llamada de David Copperfield. No me lo creía, pero sí, era él. Me dijo que había visto este número, que es una teletransportación, en YouTube y que quería comprarme los derechos para hacerlo en EE. UU., así que llevamos una año colaborando, porque le estoy ayudando a crear su propia versión de la magia que yo he inventado. He viajado mucho con mis espectáculos, pero hasta que te pasa algo así no te das cuenta de lo global que es la magia, que la gente se asombra ante las mismas cosas, sea de donde sea.