La reunión revisará el primer año de vigencia de la nueva ley
19 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Trece meses después de la muerte de Andrea, la niña de 12 años aquejada de una enfermedad degenerativa irreversible para la que sus padres pidieron un final digno ante la obstinación de los pediatras del hospital de Santiago en mantenerla conectada a la sonda que la alimentaba, la dignidad de los enfermos terminales volverá a ser objeto de debate en el marco de un encuentro organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y el Colexio Oficial de Médicos da Coruña bajo la dirección del experto en bioética José Ramón Amor Pan.
Luciano Vidán, presidente de los médicos coruñeses, presentó ayer las jornadas, que llevan por título Acompañamiento integral al final de la vida y reunirán las tardes del 22 al 29 de noviembre en A Coruña a un plantel de especialistas en torno a «un proceso complexo», el de morir, que según explicó Luciano Vidán entraña componentes «psíquicas para tratar a angustia e os medos, emocionais, espirituais e mesmo legais. Por esa complexidade entendemos -detalló el especialista- que é bo seguir reflexionando e deliberando para saber mellor o que hai que facer pola dignidade dos nosos pacientes, que é o noso obxectivo».
Al hilo de la relación entre el médico y el paciente, Vidán destacó la ponencia sobre la historia clínica que inaugurará las jornadas a cargo del abogado Ricardo de Lorenzo, pues la digitalización de la historia clínica -a su juicio, «un dos máis grandes avances dos últimos anos no Servizo Galego de Saúde»-, ha traído amenazas nuevas a «ese segredo e esa confidencialidade, que é o elemento clave na relación médico-paciente».
La reunión también pretende, en palabras de su director, revisar el primer año de vigencia de la Ley 5/2015 de Derechos y Garantías de la Dignidad de las Personas Enfermas Terminales, en la práctica insuficiente. «Nuestros legisladores piensan que la ley tiene un efecto mágico y la realidad parece que es muy tozuda y no se deja cambiar tan fácilmente». Amor Pan zanjó la cuestión de la eutanasia afirmando que, aunque el debate continúa abierto, la conclusión, «nos guste o no, es que no conviene despenalizarla», y sugirió que «más que eutanasia, el problema es la agresividad terapéutica. Como indica el título de una ponencia, conviene saber dejar partir». El experto subrayó que «debe imperar la autonomía del paciente» -al que la ley «reconoce el derecho a rechazar un tratamiento»- y no el modelo paternalista tradicional, que parte de un profesional que «cree estar en posesión de la verdad absoluta», e incidió en la necesidad de formar en bioética a los equipos sanitarios y potenciar los comités de ética asistencial de los hospitales.
Domingo Bello Janeiro, director de la UIMP en Galicia, apuntó por su parte la «excesiva judicialización dela medicina» que obliga a promover la formación.