Más idas que venidas en Someso en vísperas de la reinvención

M. C. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

A la espera de que llegue el nuevo inversor, el área comercial pierde negocios, pero consolida su oferta para familias con niños

07 nov 2016 . Actualizado a las 12:14 h.

Espacio Coruña se está reinventando y, como en cualquier mutación, las viejas funciones conviven con los usos en ciernes. La pasada no fue una buena semana para el comercio en Someso. Lució el sol, los amigos de los disfraces se dedicaron a meter miedo por la calle y el puente animó a muchos vecinos a marcharse de la ciudad. Fue un buen momento para conocer el latido del centro comercial, la pulsación callada que lo sostiene a pesar de la desbandada de tiendas capitaneada en los últimos meses por Inditex y el grupo Cortefiel.

Con normalidad cotidiana allí se encontraban, efectivamente, los trabajadores de los polígonos de Pocomaco, A Grela o Sabón que suelen acudir al gimnasio Altafit; los vecinos de Matogrande, Elviña, O Birloque, Someso, llenando la cesta del Mercadona; el rastro de los alumnos del campus de Elviña que cualquier mediodía abarrotan la zona de trabajo con sus ordenadores portátiles y sus táperes de comida; usuarios de las lavadoras y secadoras de moneda, que permiten hacer de una vez una colada de 14 kilos -«Traigo toda la ropa blanca de la casa de la aldea y en 35 minutos de lavado y 18 de secado está lista», explicó un mujer-; y en el cine, allí sí, muchos más niños de los habituales haciendo cola para ver Trolls y, casi un mes después de su estreno, Un monstruo viene a verme.

Las tiendas, sin embargo, pasaron la jornada a dos velas. En una zapatería con contador de visitas el registro de personas que habían cruzado el umbral marcaba a las cinco de la tarde 133. «Para ser un buen día debería venir el doble de gente», afirmaba una empleada. Ese era el tono general en las tres plantas del edificio. La marcha de Zara, Massimo Dutti, Oysho, Zara Home, Cortefiel, Springfield y Décimas pudo haber privado al centro comercial de un reclamo para los clientes, pero nadie se atreve a afirmarlo. Espacio Coruña se nutre de vecinos y trabajadores de los barrios que lo rodean, gente que reside fuera de la ciudad y aprovecha la buena conexión con Lavedra, consumidores reacios a las dimensiones descomunales de Marineda y, por encima de todo, niños.

Los reyes del centro comercial

Por los pasillos y las plazas de Espacio Coruña los niños pueden hacer carreras en bicicleta, en patines o gateando. Tienen ludoteca, aseos propios, sala de lactancia, servicio de préstamo de cochecitos, atracciones, jardín en la azotea del edificio, parque acuático en verano y un programa permanente de actividades gratuitas. «Cuando llueve aquí no cabe un alfiler», dice una trabajadora. No parece extraño el éxito de la peluquería infantil o que el único negocio que abrió en los últimos meses se dedique a las fiestas infantiles. Habrá que ver hacia dónde pondrá rumbo el nuevo inversor anunciado hace tres meses.