«Hago lo que hago por amor al arte, pero si hay una recompensa, mejor»

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Es la ganadora del Certamen de Arte Joven Reganosa con su obra «La playa»

31 oct 2016 . Actualizado a las 13:55 h.

La playa, la recreación de un arenal en un cuarto de baño utilizando elementos naturales, es la obra de la artista María Blanco (A Coruña, 1982), que ha sido premiada por el jurado del certamen de Arte Joven Reganosa, conformado por Emilio Bruquetas, director general de Reganosa; José María Paz Goday, presidente; Carmen Fernández Rivera, directora del MAC Gas Natural Fenosa; David Catá, ganador de la pasada edición, y el catedrático de Arte Antón Castro.

-¿Qué supone un premio de este calado para una artista joven?

-Está muy bien, sobre todo por el jurado, donde había gente muy importante del mundo del arte y con mucho criterio. Y supone varias cosas. En primer lugar la satisfacción personal de tener un reconocimiento por parte de un jurado de este calibre. Eso te anima, te muestra que estás haciendo un buen trabajo, que vas por buen camino. Y por otro lado, te facilita la comunicación, el salir en los medios y que tu nombre y tu obra se vea, que es algo básico para un artista y suele ser muy complicado. Y, claro, está la parte económica, que no hay que quitarle importancia. Cuando eres artistas haces lo que haces por amor al arte, pero si hay una recompensa económica, mejor.

-¿Esperaba hacerse con el galardón?

-La verdad es que no. Quedé muy satisfecha con el resultado de la obra premiada. Pero ya me había pasado en otros concursos, que al ver el catálogo ves que había un nivel enorme. Es muy complicado creerte que puedes ganar teniendo en cuenta que no conoces lo que presenta otra gente.

-¿Cómo podemos definir La playa?

-Está muy en la línea de mi trabajo. Es una fotografía, pero la considero una obra escultórica, es una instalación que, por comodidad y practicidad, acaba plasmada en una fotografía. Empecé este verano, en la playa, recogiendo cochas. Ahí, cuando yo ni siquiera conocía el concurso ni sabía que iba a hacer esa foto, empezó a gestarse la obra. Al final es una traducción en imagen del comportamiento que tenemos con los objetos como sociedad, el hecho de coleccionar conchas es un modo de intentar poseer la playa, de quedarse con un recuerdo y trasladarlo a tu propio hogar.

-Se queda en un intento, es imposible poseer la playa en tu cuarto de baño.

-Sí, pero lo intentamos. Así es la relación que tenemos hoy en día con la naturaleza, más artificial que natural. El ser humano tiene la necesidad de poseerlo todo, de controlarlo todo, coleccionarlo todo, muchas veces sin sentido.

-Habla de La playa como una obra escultórica, pero es una fotografía.

-En todos los montajes que hago para mis fotografías huyo de los retoques todo lo que puedo. No utilizo el Photoshop para copiar y pegar elementos, sino que todo está en la realidad, todo lo coloco yo tal cual sale, uso luz natural... Por eso digo que la veo más escultórica que fotográfica.

-¿Y cómo se define como artista?

-Supongo que artista plástica sin más. Es que a mí no me gusta el encasillamiento como pintor, escultor, fotógrafo... Yo no me considero fotógrafa, sino artista. Aunque la mayoría de mis obras sean fotografías, su base es la escultura.

-¿Cómo llegó al mundo del arte?

-Mucha gente dice que ya desde pequeñita sabía que quería ser artista. Yo no. De hecho, creo que cuando eres pequeña no tienes la capacidad de saber lo que quieres ser realmente. Pero sí hay una cosa cierta, y es que ya desde niña no jugaba con muñecas convencionales, sino que me las fabricaba yo misma. Pero de ahí a que quisiera dedicarme al arte hay un largo camino. En el instituto sí que me di cuenta de que me pasaba la mayor parte del tiempo dibujando, que era lo que más me llenaba.

-Y se matriculó en Bellas Artes.

-Siempre me atrajo todo lo creativo y el hecho de poder mostrar tu personalidad con una capacidad crítica. Por suerte o por desgracia, con 18 años yo no pensaba en salidas laborales. Y gracias a ser tan inocente, tiré hacia adelante.

«La creatividad es fundamental en todos los campos, hasta para montar un negocio»

María Blanco se muestra crítica con el escaso apoyo que reciben las artes en España, ya desde los ciclos formativos. «No se valora la creatividad. Parece que no interesa formar a individuos con iniciativa y capacidad crítica. Ningunean aquellas asignaturas que te permiten expresarte como individuo y menosprecian las artes o la filosofía», afirma.

-¿A qué cree que se debe esto?

-No creo que sea por casualidad. Se habla mucho de la falta de medios de los investigadores, pero siempre en referencia a los del campo científico, sin darse cuenta de que hay investigadores de otras áreas. Yo he hecho una tesis doctoral, he sido investigadora, he aportado mi granito de arena a la sociedad. Pero aquí solo se valora lo cuantificable. Hay una concepción de las artes plásticas o de aquellas asignaturas relacionadas con el arte, muy limitada. Parece que es solo aprender a dibujar, y es mucho más, es una formación completa. La creatividad es fundamental en todos los campos, hasta para montar un negocio.

-Pero siguen surgiendo vocaciones artísticas, a pesar de todo.

-Es que jamás hemos gozado de reputación social o reconocimiento. Siempre hemos estado mal, por eso no partimos de la misma base que, por ejemplo, los investigadores científicos.

-Y muchos artistas terminan realizando labores creativas en terrenos industriales, alejadas del arte.

-Es por necesidad. Bellas Artes es una carrera muy abierta, deja muchas posibilidades. Y hay que se realistas, si no tienes un respaldo económico detrás tienes que salir adelante como puedas, y en la medida de lo posible, haciendo cosas creativas. Yo misma me he dedicado a otras cosas, en temas de docencia y diseño.