El ascensor de Troncoso está listo 19 meses después de empezarse las obras

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MIGUEZ

Las actuaciones estuvieron más de medio año paradas y no tuvo corriente eléctrica hasta la semana pasada

12 sep 2016 . Actualizado a las 12:49 h.

En cuestión de días el ascensor que une las calles Capitán Troncoso con General Alesón estará terminado y listo para entrar en funcionamiento. El elevador es la última obra en rematarse del plan de movilidad que dejó en marcha el anterior gobierno local.

El aparato, que salva en parada única un desnivel de unos diez metros de altura, necesitó 19 meses de trabajos para su remate, casi tanto con los túneles de la Marina y el Parrote, aunque aparentemente la actuación resultaba bastante menos compleja.

Los trabajos arrancaron en enero del 2015 y teóricamente iban a estar listos en mayo de ese año. Sin embargo, las obras no pasaron del mes de marzo cuando, al parecer, durante las excavaciones aparecieron unos restos arqueológicos que había que investigar según dictaba Patrimonio. Por ese u otros motivos, el elevador quedó en la nevera durante siete meses. Al parecer, también fue necesario hacer frente a filtraciones de agua que aparecieron al horadar la roca.

En octubre del 2015 la empresa adjudicataria, Construcciones Ángel Jove, retomó el montaje del elevador, que no se conectó a la red de corriente eléctrica hasta la semana pasada.

Estos días operarios de la empresa y de la casa encargada de la maquinaria le daban los últimos retoques y limpiaban el exterior para dejar la estructura lista y pendiente de la decisión municipal para fijar la fecha de su apertura.

El de Troncoso es el segundo elevador que se construyó con cargo al plan de accesibilidad del anterior gobierno. Costó 401.000 euros, unos 260.000 más que el que lo precedió en la lista, en Ramón Cabanillas. Este último sirve desde el año pasado para unir los Mallos con la avenida de Finisterre a la altura de la Sagrada Familia.

A los dos ascensores se le suman otras tantas escaleras mecánicas. La primera de ellas en San Agustín hace más fácil la subida desde el entorno del mercado hasta la altura de Panaderas. La segunda, más larga, en Maestro Clavé, que enlaza Juan Flórez con la Falperra, quedó finalmente solo en dirección subida tras producirse un accidente al cambiar la máquina de sentido cuando entraba un usuario. En los planes populares había más proyectos en la ciudad que, que se sepa, han desaparecido de la agenda municipal.

El consistorio retrasa la apertura del parque de Visma por el estado del césped

Otra de las actuaciones que está prácticamente rematada, heredada como la de Troncoso, de anteriores gobiernos locales, es la del nuevo parque Adolfo Suárez. Como en el caso del anterior, podría abrir en cuestión de días, durante la campaña.

En teoría, la empresa encargada de los trabajos los remató esta semana. Faltan tan solo, confirman desde el Ayuntamiento, algunos detalles y sobre todo esperar a que las zonas verdes cobren algo de ese color. Explican desde María Pita que la sequía durante el verano dificultó el ajardinamiento, por lo que no está en las condiciones adecuadas para que se pueda pisar ese césped. Esa situación podría cambiar en los próximos días con los cuidados necesarios. La iluminación, los senderos, los cierres y espacios de juego están ya rematados. En las últimas semanas se comprobó el funcionamiento del alumbrado.

Campos de fútbol

El parque de Visma, que costó 2,3 millones de euros, sufragado por la Fundación Amancio Ortega, pasó por tres gobiernos. Comenzó a gestarse con el bipartito y las obras comenzaron con el PP al frente del Ayuntamiento. Se inaugurará con la Marea en la alcaldía de María Pita.

Además de las zonas ajardinadas, el nuevo pulmón verde de San Pedro de Visma -a mano para los vecinos de Los Rosales y la ronda de Outeiro- estrenará dos campos de juego financiados por la Federación Gallega de Fútbol, una superficie vallada para pasear perros sueltos, un terreno de arena para fútbol y voley playa y un gran lago artificial.