Gran acogida a la Programación Lírica de A Coruña

antón de santiago

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

El sábado llegará el ansiado plato fuerte: Falstaff, con Bryn Terfel en el rol protagonista, Arteta, la propia Cornetti, Rodríguez y Zedda en el podio

30 ago 2016 . Actualizado a las 11:22 h.

Felicitémonos por la Programación Lírica de Amigos de la Ópera, breve pero de gran nivel, que ya empezó con un brillante recital a partir de la atinada idea de poner dimensión canora al musical americano con cantantes de la categoría de Marianne Cornetti y Gregory Kunde, cuya cualidad no reside solo en sus hermosas voces y el excelente manejo, sino en la adaptación a cada estilo. Sensibilidad y sentido musical.

Así fue, cuando en su terreno operístico hicieron interpretaciones de alta categoría, más pletórica Cornetti, más irregular Kunde, con momentos hermosos en las escenas de Sansón y Dalila (irresistible Dalila cantando así) y Aida.

Consolidada la ópera como género popular, surgieron aún formas de teatro musical ligeras en busca de un público masivo y menos cultivado: singspiel, zarzuela, opereta, ópera cómica, music hall y comedia musical.

El musical empieza a reinar en Broadway a partir de 1902 con El mago de Oz (en 1903 llegaría Caruso al Met). En sus temas caben escritores como Shakespeare, Cervantes, Shaw, Wilde, Coward y músicos como Irving Berlin, Cole Porter y genios como George Gershwin (Pulitzer en 1931) que presenta Porgy and Bess en 1935, Kurt Weill con su Ópera de tres centavos y Leonard Berstein con su West Side Story. Hasta que aparece la amplificación mecánica de la voz, se necesitaban voces audibles en grandes teatros y una muestra aún vigente es Porgy. Y siempre buenos cantantes.

En la segunda parte tuvimos en programa al Gershwin de Love is Here to Stay, al Bernstein de West Side Story con Tonight y Maria, el Lloyd Webber de Cats y al también célebre Hammerstein de Showboat, Carrusel y Sound of Music. Ritmos, swing, bellas melodías, lirismo y graciosas situaciones. Números universalizados por el cine. Cantantes y pianista (magnífico José Ramón Martín), distendidos y simpáticos, se quedaron con el público, que reclamó bises que fueron correspondidos. Puso punto final Kunde con una versión brillante y aclamada del Nessun dorma de Turandot, que dejó clara la diferencia entre la ópera y un musical. Apoteosis. Bienvenida al festival.

El sábado tendremos el ansiado plato fuerte: Falstaff, con Bryn Terfel en el rol protagonista, Arteta, la propia Cornetti, Rodríguez y Zedda en el podio.