A Río se va por San Amaro

alba López, P. G. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Es el único coruñés que formará parte de la selección que representará a España en los Paralímpicos

10 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Alberto Seoane (A Coruña, 1987) es el único deportista paralímpico coruñés que estará en Río de Janeiro del 7 al 18 de septiembre. El jugador, se formó en el Club del Mar de San Amaro; ahora entrena y compite en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat. Es el número ocho del ránking mundial de su categoría. Además, es campeón de Europa y del mundo por equipos con la selección.

Es la primera vez que va a unos Juegos Olímpicos y asegura estar ilusionado y con muchas ganas. El coruñés comenta: «Ir a Río es un sueño cumplido, pero hasta que no me baje del avión y pise el suelo brasileño no me lo creeré». «Cuando vi la ceremonia de inauguración en la tele no asimilaba que en un mes iba a estar yo ahí», afirma el jugador herculino.

Llegar a formar parte de la selección española que representará al país en el tenis de mesa paralímpico no ha sido fácil. Muchas horas de entrenamiento, «cinco horas diarias (cuatro de juego y una de físico), cinco días a la semana», comenta. Además de entrenar en Sant Cugat, Alberto está realizando un máster en dirección de empresas a distancia y trabajando a media jornada en una empresa como gestor de compras en Barcelona. Compaginar las tres cosas supone mucho sacrificio y esfuerzo para el jugador de tenis de mesa. «Es bonito hacer varias cosas que te gustan, pero es duro», confiesa el herculino.

El día 8 de septiembre disputará las rondas previas para clasificarse al cuadro final. «Las medallas están caras», afirma refiriéndose a la dificultad que tendrá para colgarse una en Río, pero asegura que hará uso de su físico y velocidad, los cuales señala como punto fuerte para hacerse con algún metal. «Donde no llegan los brazos tienen que llegar las piernas, soy muy rápido», presume el coruñés.

«Se lo debo todo al Club del Mar»

Sus inicios en este deporte fueron en el Club del Mar de San Amaro. Una actividad que empezó siendo extraescolar y que al final lo ha llevado hasta unos Juegos Paralímpicos. «El Club del Mar lo ha sido y es todo para mí. La beca para estar en Sant Cugat es gracias a ellos», asegura.

Siempre que puede visita a sus viejos entrenadores y compañeros del club herculino, porque defiende que para él es todo un orgullo pertenecer a esta entidad.

De A Coruña recuerda y agradece a todos sus compañeros de la universidad que le ayudaron a sacar adelante su licenciatura en económicas. «Me facilitaban apuntes y sobre todo apoyo cada vez que iba a una competición», recuerda.