A la caza de Pokémon por A Coruña

Javier Morás, A. A. A CORUÑA/ LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Iria Vilas

La ciudad cuenta con especies muy poco comunes, como «Dratini» o «Pikachu»

08 ago 2016 . Actualizado a las 17:39 h.

Capturar un Bulbasaur, un Charmander, un Squirtle o incluso un Pikachu en el Pokémon Go supone a veces una tarea ardua por ser muy poco comunes. Sin embargo, A Coruña cuenta con varias de las especies más raras repartidas a lo largo de su núcleo urbano. Uno de los personajes más icónicos, el ratón eléctrico Pikachu, se puede localizar con bastante asiduidad en el barrio de Los Rosales y en la zona de Adormideras. Igual de codiciados son los anteriormente mencionados -conocidos comúnmente como los «iniciales»-, que cuentan también con su hábitat particular dentro de la ciudad. Es el caso de Charmander, el de tipo fuego, que se localiza en el parque Eirís. No muy lejos, en Monelos, se encuentra con relativa facilidad a Bulbasaur, el de tipo planta, mientras que el de agua, Squirtle, es muy frecuente en el Parrote. Precisamente por esa zona se han avistado en repetidas ocasiones los míticos pokémon de tipo dragón: los Dratini, una de las joyas de la corona para la pokédex (nombre con el que se conoce a la lista de criaturas atrapadas) de cualquier entrenador.

Cerca de allí, en los jardines de Méndez Núñez, se encuentran Snorlax, que ocupan la zona junto con otras criaturas de tipo normal como los Eevee (que pueden evolucionar en Vaporeon, Flareon o Jolteon) o los Cleffairy. La playas de Riazor y Orzán también son conocidas por su diversidad, apareciendo allí los llamados pokémon prehistóricos Omanyte y Kabuto, junto a multitud de pokémon de tipo agua como Staryu, Tentacool o Goldeen y algunos de tipo fuego como Magmar. En otro de los lugares emblema de la ciudad, la torre de Hércules, han sido muchos lo que han visto a Ponyta, otro pokémon ígneo. También destaca el parque de Vioño, que alberga algunos pokémon de tipo eléctrico como Voltorb y de tipo agua como Staryu o Poliwag.

Es importante recordar que el tipo de pokémon al que pertenece cada uno de los «monstruos de bolsillo» influye a la hora de atraparlo. Por ejemplo, los de tipo agua «habitan» en zonas como fuentes y playas. Los de tipo fantasma, en cambio, frecuentan zonas cercanas a iglesias, cementerios o aparcamientos, siendo más comunes durante la noche.

¿Quieres encontrar una criatura de un tipo en particular y no sabes dónde?

A veces, para encontrar a una de las 145 criaturas disponibles no basta solo con mirar el móvil, sino usar también la lógica. Conocer bien el entorno muchas veces también es garantía de éxito.

Psíquico

Se pueden localizar en áreas residenciales y cerca de hospitales.

Lucha

Pueden encontrarse en zonas cercanas a estadios y gimnasios.

Roca

Habitan en centros comerciales, autopistas o estaciones.

Tierra

Suelen aparecer por la ciudad, así como en zanjas y arroyos.

Fantasma

Residen en cementerios, iglesias y grandes aparcamientos, sobre todo de noche.

Fuego

Serán habituales en las zonas cálidas, como las playas.

Eléctrico

Suelen concentrarse en polígonos industriales y también en parques.

Veneno

Se localizan en zonas industriales, lagos y estanques.

Planta y Bicho

Son muy comunes en zonas forestales y parques.

Normal

Cualquier casa, escuela o calle puede ser su hábitat.

«Aquí puedes ver a gente jugando en cualquier lado, es una pasada»

Como todas las ciudades, A Coruña también cuenta con su lugar fetiche: los jardines de Méndez Núñez. «Está genial porque al final está siempre lleno de cebos y puedes estar tranquilamente más de una hora esperando a ver si sale alguno que merezca la pena, y en cuanto atrapas uno vas a por el siguiente» apunta un jugador. Además de la incesante búsqueda por completar la pokédex, las anécdotas sobre capturas complicadas o frustradas se convierten ya en menciones obligadas en las conversaciones con los amigos. «Yo aún estoy molesto por la vez que perdí a un Kabuto. Se me congeló el juego justo cuando iba a atraparlo y desde ese día siempre que me ha aparecido uno no puedo atraparlo en ese momento justo», comenta un jugador notablemente fastidiado. Como casi siempre, salta el nombre de uno de las criaturas más fuertes del juego: Dragonite. «Hasta el momento ha sido mi captura más complicada -señala otro-. Debí de estar media hora o así lanzando pokéballs para conseguirlo.»

Al final todos resaltan la revolución del juego porque no hace que te quedes en casa. «Aquí puedes ver a gente jugando en cualquier lado y de todas las edades, es una auténtica pasada».