El despegue de una dársena creada para evitar las descargas peligrosas en el centro urbano

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Aunque será inaugurada en octubre, la infraestructura ya facilita los atraques

05 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada, afirmó la pasada semana que Repsol empezará a operar en punta Langosteira entre marzo y abril del 2018. Eso supondrá el fin de las descargas de petróleo en los muelles interiores de A Coruña, un tráfico de mercancías que siempre ha supuesto un riesgo para la ciudad y su costa. Losada señaló que también han empezado a negociar con otros operadores, como Endesa y Gas Natural, algo más «reacia» a moverse, para que trasladen al puerto exterior sus descargas de carbón. Una mercancía menos peligrosa que el petróleo, pero que ha causado innumerables molestias a los vecinos de los Castros y otros barrios expuestos al viento que arrastraba partículas de ese material contra sus viviendas.

El puerto exterior de punta Langosteira fue proyectado y construido para evitar esos problemas y peligros, entre los que también destaca el poliducto que conecta San Diego con la refinería, y que transporta miles de litros de diversos productos petrolíferos por debajo de parte de la ciudad. La tubería quedará inoperativa tras el traslado de Repsol al nuevo puerto.

Esos eran los objetivos con los que fue creado y ha empezado a cumplirlos. Este año se han descargado allí casi un millón de toneladas de carbón y coque, una cifra muy superior a la del 2015 y que demuestra que tiene la capacidad operativa que sus críticos le negaron en algunas ocasiones. Queda completar los traslados para que la obra de mayor envergadura de la comarca en décadas cumpla su principal propósito.