La policía advirtió del riesgo de los túneles

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Eduardo Pérez

Avisaron de que la señalización era escasa e insisten en que se refuerce antes de la entrada

22 jul 2016 . Actualizado a las 07:25 h.

«Algunos compañeros nos dijeron al principio que había carencias de señalización, también en la obra de la Marina» recuerda Manuel Aceña, presidente de la Asociación Profesional de Policía Local de A Coruña, que agrupa a más del 90 % de los agentes y mandos del cuerpo. Aceña afirma que es «evidente que en toda la obra hubo un error de señalización» y lamenta que meses después de su inauguración «todavía se está improvisando señalización a estas alturas». Más aún cuando un túnel está «sujeto a importantes medidas de seguridad» porque un accidente en un subterráneo «está sujeto a complicaciones extraordinarias».

Como consecuencia de esos errores, en el túnel de María Pita «han pasado cosas que no deberían de pasar», dice Aceña. En concreto, cuatro vehículos pesados, tres camiones y un autobús, han quedado atrapados en el vial en menos de un mes. El último, el pasado martes, obligó a cortar el túnel durante 21 horas para reparar la infraestructura dañada.

Las mejoras instaladas

Hileras de cadenas. Tras ese incidente, Mobilidade instaló cuatro hileras de cadenas que marcan la altura máxima, dos en la entrada al túnel por las Atochas y otras dos en su acceso desde la Marina, tras la bifurcación del carril que va hacia San Antón. Aceña señala que «se han tomado algunas medidas correctoras y hay que ver cómo funcionan», pero insiste en que es «importante» poner indicadores «antes del túnel, a tiempo para que el conductor se desvíe y vaya por otra vía». En las Atochas hay un gálibo antes de la entrada, pero en la Avenida do Porto no hay ninguno. El primero es una barra suspendida sobre el carril izquierdo dentro del subterráneo, unos metros antes de la bifurcación.

La Avenida do Porto

Solo una señal. Hace semanas, algunos policías plantearon la posibilidad de instalar letreros luminosos para complementar la señalización existente, pero no se hizo. En toda la Avenida do Porto, por la que entraron tres de los cuatro vehículos siniestrados, solo hay una señal múltiple en la que se indican la altura máxima del túnel de María Pita. Dentro del subterráneo hay otras dos señales, a las que se suma la barra de gálibo antes citada y, unos metros más atrás, las cadenas colocadas el miércoles.

  

El problema del giro

Sin espacio para maniobrar. Las nuevas cadenas están situadas dentro del mismo túnel, que cuenta con un solo carril de circulación en cada sentido y es tan estrecho que no permitiría a un vehículo largo dar la vuelta. Si uno de ellos llegase hasta ahí tendría que salir marcha atrás, interrumpiendo la circulación.

  

El conflicto

Imprudencia o fallo previo. El alcalde, Xulio Ferreiro, señaló el miércoles que el túnel tiene un problema de diseño, la diferencia de altura entre el ramal de María Pita y el de San Antón, por el que sí cabe un camión. Pero también recordó que los cuatro vehículos accidentados tuvieron que incumplir en algún momento las normas de circulación. También lo cree el jefe de tráfico de la Policía Local, José Manuel Rico, que en una entrevista con V Televisión apuntó a posibles «negligencias o despistes», aunque admitió que está en estudio la colocación de más señales o incluso «sensores o detectores». Una posibilidad que podría satisfacer las quejas de Fernando Teijeiro, expresidente de los transportistas gallegos, que también en V Televisión calificó de «totalmente deficiente» la señalización, y se mostró sorprendido porque no se hayan incluido nuevas tecnologías, como el GPS, para guiar a los conductores y evitar accidentes como los ocurridos durante el último mes.

  

El tráfico pesado

Un déficit histórico. Manuel Aceña explica lo ocurrido en parte por la falta de tradición de tráfico pesado por la ciudad. La mayoría de los camiones nunca llegan al centro, dice, por lo que hay una carencia histórica de señalización que explica los incidentes con camiones ocurridos en el último tramo de San Andrés, donde no entran, o esta misma semana en Fernández Latorre.