Una empresa coruñesa diseña y fabrica las primeras impresoras 3D montadas para su uso y ya calibradas
14 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.3D Limitless es una empresa coruñesa que acaba de salir del horno. No así los dos profesionales que están detrás, Marcos Souto Fernández y Ramón Sanmartín Dapena, ambos ingenieros con larga experiencia en el sector y que hace unos años decidieron unir conocimientos para revolucionar el mercado de la impresión en tres dimensiones.
La propuesta de este tándem es simple: fabricar impresoras 3D, con la particularidad de que se comercializan íntegramente montadas y calibradas. «Están elaboradas con aluminio, lo que garantiza su durabilidad. Son resistentes, versátiles y muy precisas», indican. En este sentido, todas las impresoras en 3D accesibles actualmente para el consumidor parten de un kit que tiene que montar el propio usuario (se precisan bastantes conocimientos técnicos) y con materiales efímeros prácticamente en su totalidad. «Nosotros pretendemos democratizar el uso de la impresión 3D. El usuario solo tendrá que enchufar la máquina, despreocupándose de calibrarla cada vez que la usa». Souto y Sanmartín añaden que otro de sus objetivos es que todo el mundo pueda aprovechar el enorme potencial que tienen portales como Thingiverse, Youmagine o GrabCad, desde los cuales cualquier persona puede descargarse un diseño e imprimirlo directamente en su casa con su propia máquina.
Aunque la idea de negocio de 3D Limitless es ser fabricantes, la empresa también ofrece de forma complementaria otros servicios adicionales, como diseño y modelado en tres dimensiones para particulares y empresas, servicio de impresión 3D, prototipado y proyectos, así como formación y asesoramiento.
Otro de los puntos fuertes de estas impresoras, diseñadas y fabricadas por gallegos, es que tienen un precio competitivo. La empresa ya ha comercializado por 1.240 euros las primeras unidades, cuyo formato se puede consultar en una página web provisional que, a finales de agosto, será definitiva. «Lanzaremos más modelos de impresoras 3D, orientados a un público más profesional o que valore características específicas de las mismas, como mejoras en la velocidad, tiempo de movimiento, volumen de impresión o posibilidad de cambio de herramientas... Los prototipos ya están desarrollados y queda por hacer el proceso de diseño final y fabricación», avanzan estos dos ingenieros. Ambos inciden en que el 3D es el futuro en la fabricación industrial: «Los torneros desaparecerán. Además, esta tecnología puede hacer cualquier cosa».