El viaje marítimo del joven Alfonso XIII

Por Xosé Alfeirán

A CORUÑA CIUDAD

Alfonso XIII y su madre, la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena.
Alfonso XIII y su madre, la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena.

A bordo del yate real «Giralda» y con su familia, el monarca arribó al puerto coruñés en el año 1900

09 may 2016 . Actualizado a las 10:54 h.

Objetivo: familiarizar al joven Alfonso XIII con la vida del marino y ponerle en contacto directo con las tierras y gentes del litoral norteño. Así lo había decidido su madre, la reina regente viuda María Cristina de Habsburgo-Lorena. Ya tenía 14 años y solo faltaban dos para que empezase a reinar y era necesario completar su educación. Además, el viaje serviría de campaña publicitaria de la monarquía.

El 16 de agosto, la reina regente, el rey y sus dos hermanas, y el presidente de Gobierno, Francisco Silvela, embarcaron en San Sebastián. Iban en el Giralda, un yate de 95 metros de eslora, escoltados por una pequeña escuadrilla. Iniciaban la travesía que les llevaría a conocer y desembarcar en diferentes puertos de la costa cantábrica y gallega. Al mediodía llegaron a Bilbao, el 18 estaban en Gijón y el 20 en Avilés; en todos esos lugares se repetía la misma rutina: los reyes pernoctaban en el yate y realizaban visitas y actos oficiales.

El miércoles 22 de agosto, a las tres y media de la tarde, el Giralda entró en la bahía coruñesa. Su llegada fue anunciada con bombas de palenque, siendo recibido por numerosas embarcaciones empavesadas y por una multitud que abarrotaba los muelles. Poco después anclaba cerca del muelle de hierro. Esa tarde la familia real no bajó a tierra, recibiendo a bordo a las autoridades. A las diez de la noche, la reina y el rey, situados en la barandilla del yate, fueron obsequiados con una serenata marítima ejecutada desde botes iluminados con farolillos por el orfeón El Eco y las bandas de los regimientos militares.

 

Visitas

El 23, a las diez y cuarto de la mañana, se realizó el desembarco oficial de los reyes en A Coruña. Tras los saludos de rigor, iniciaron el programa oficial de actos que les llevaría a la iglesia de San Jorge, para asistir a un Te Deum oficiado por el cardenal arzobispo de Santiago, después a los Cantones, para ver desfilar a las tropas, y a continuación al instituto da Guarda, para visitar sus aulas. Por la tarde asistieron a una recepción en Capitanía y a un concierto en el Teatro Principal (hoy Rosalía de Castro).

El mal tiempo, con lluvias y mar gruesa, obligó a los reyes a prolongar su estancia. El 24 por la tarde la reina visitó el Hospital de la Caridad y el Hospicio (en la calle Hospital) y el Asilo Municipal (en la calle Socorro) y realizó compras en Riego de Agua y en la calle Real.

 

Intensa actividad

El 25 no salieron por la ciudad debido al temporal. El 26 por la tarde los reyes acudieron a Capitanía para ver diversas piezas de baile gallego y oír las melodías cantadas y ejecutadas a piano por José Baldomir; después se acercarían hasta torre de Hércules y darían un paseo en falúa por la bahía.

El 27 por la tarde irían al cuartel de Alfonso XII (hoy de Atocha) y en el Campo de la Estrada verían diversos ejercicios de tiro. El 28, a las diez de la mañana partieron hacia Muros, Vilagarcía, Marín y Vigo. Se llevaron de recuerdo tres álbumes de fotos: uno de la ciudad entregado por el alcalde Argudín, otro del Asilo de Ancianos Desamparados hecho por Avrillón y el tercero sobre su visita realizado por el pintor Román Navarro.

Historias con Historia