-Y, sobre todo, cuando es un éxito increscendo. ¿Aún no ha tocado techo «Hundred Miles»?
-Sí, claro. En España lo tenemos desde hace tiempo. La campaña publicitaria en la que apareció surgió aquí y las radios la pusieron. Ahora está funcionando muy bien en Inglaterra, también en Sudamérica y en los países del norte.
-La canción salió en un anuncio de Desigual. ¿Fue un encargo?
-Sí, lo que pasa es que a nosotros nos vino a buscar el realizador del spot, que ya nos conocía. Él sabía el tipo de música que hacíamos. Le mostramos unas maquetas de temas ya hechos. Él nos decía que le gustaba que fuera por ese lado, pero al tiempo tenían una campaña y querían que incluyera ese rollo. Es decir, se mezclaron dos cosas: una composición nueva con una base que teníamos medio empezada.
-Hay quien considera que esas canciones creadas directamente para la publicidad son algo menor. Pero, al tiempo, no se me ocurren cosas más pop que salir en un anuncio. ¿Usted qué opina?
-Estoy totalmente de acuerdo. Unas veces tienes un tema hecho y lo usas en una campaña. Otras veces las creas directamente. Me parecen dos opciones totalmente lícitas. Al final, es una canción como cualquier otra pero con una manera muy buena de potenciar una canción y un artista.
-Han traspasado fronteras con ella. ¿Tuvieron siempre una vocación internacional?
-Sí, claro. Siempre mirábamos fuera. Con Internet tienes 20.000 imputs y siempre nos ha gustado mucho la música de fuera, aunque aquí se hace también muy buena música electrónica. Pero nuestras raíces han estado fuera desde el principio.
-La semana pasada me hicieron llegar de su discográfica un video de una actuación de Yall en Francia. No se veía el final de las cabezas de tanto público que había. ¿Cómo se sintieron?
-Sí, fue tremendo llegar ahí, ver a toda esa gente y que conocieran nuestros temas. El éxito en Francia ha sido brutal. Y nos alegra mucho porque nuestras raíces musicales son muy de allí. Grupos como Daft Punk o Cassius fueron muy importantes para nosotros. Lograr un hit allí es muy importante.
-¿Fue esa explosión de electrónica gala de los noventa su punto de partida?
-Totalmente. Yall empezó porque montábamos unas fiestas en Barcelona con ese nombre para poder poner toda esta música de los noventa y los dosmil y pocos de la escenafFrancesa. Somos muy fans.
-Lo cierto es que todo aquell ha tenido una influencia tremenda en la música popular. Más de la que se piensa.
-Y la sigue teniendo. Daft Punk no ha parado de ser referencia. Incluso en la música indie pop, grupos como Phoneix están ahí y vienen de ahí.
-El tema audiovisual en Yall es fundamental. ¿Cómo será su actuación en Pelícano?
-La sala en la que vamos a tocar hemos visto que es impresionante. Nosotros queremos que la música y lo visual estén al mismo nivel. El VJ hoy en día está ganando mucha importancia. La gente se lleva una experiencia visual, no solo musical. Intentamos transmitir la misma energía que con la música en esas imágenes. Tenemos muchas ganas. Nunca hemos tocado con A Coruña, ni en Galicia. Vamos a darlo todo.
-Una curiosidad: ¿Nunca se quitan las gafas de sol?
-[Se ríe a carcajadas] No, las gafas de sol son parte de nuestro ADN, es como un uniforme. Igual en la intimidad mostramos los ojos, pero no, cuidamos mucho la estética del grupo y eso es parte de nosotros