«El libro está muy vivo», sostienen en el sector el día de su fiesta
A CORUÑA CIUDAD
Celso Castro critica el mal uso del castellano, Riestra la falta de apoyo y Alejandra de Diego destaca los clubes de lectura
23 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.«Con la librería llevamos solo un año», decía ayer Alejandra de Diego, en Berbiriana. Libros e Grolos. La librera acogía, poniendo libros, cervezas y cafés sobre la mesa, un encuentro con el escritor Celso Castro, el editor Eduardo Riestra, y el lector y pedagogo teatral Marcos Sánchez Armesto. El objetivo del coloquio organizado por La Voz era analizar la situación del libro, en su fiesta anual. Acerca de la posible existencia de un género literario sobre el cierre de librerías, Alejandra evocaba su penúltimo viaje a Madrid: «Quedé muy sorprendida con la cantidad de librerías nuevas abiertas, muy diferentes a esta». Riestra, director de Ediciones del Viento, confirmaba la repercusión mediática de dichos cierres si bien «la vida económica tiene sus ciclos, la gente se jubila, hay muchos libreros que lo hacen mal... Está todo un poco idealizado». De todos modos, «creo que el libro está muy vivo, a pesar de que sigue habiendo una carencia bestial de apoyos de la Administración: Eso está todo por hacer». Y enumeraba que la dotación de libros para bibliotecas «está muy, muy por debajo del resto de países europeos. No hay dinero para eso, ni para la promoción de la lectura en los colegios, pero el libro sigue estando magnífico».
En cuanto a las habituales alusiones al editor heroico, para Riestra no tiene sentido: «Todo esto del mundo del libro está rodeado de una cierta cursilada. ¿Por qué no se habla de un fontanero heroico?».
La respuesta se la daba Celso Castro: «Por qué un fontanero mediocre puede vivir de la fontanería y un escritor mediocre... también (risas). Lo malo es que un buen escritor, en España, es muy difícil que viva de escribir. Cuanto más exigente sea, cuanto más honesto, más difícil». El autor de entre culebras y extraños (Destino) sostiene que los artículos catastrofistas se venden bien.
Y Riestra está de acuerdo: «Tanto es así que hay un género literario de muchísimo éxito que es escribir sobre libros y sobre libreros... Es la metaliteratura y en lugar de leer las fuentes, de leer el libro, lees la historia de quien encontró uno y era maravilloso... Ahí hay un componente de autoayuda y de cursilada». Castro señala que eso también se da en los clubes de lectura, a donde van personas «muy proclives al enamoramiento, que va mucho con la literatura».
Los numerosos clubes de lectura que hay en A Coruña es algo que ha sorprendido a Alejandra, integrante de uno de ellos, donde «hay personas que lleva yendo por allí cuatro años».
Riestra está trabajando en el centenario del nacimiento de Cela, se ha reencontrado con el Ex libris del Nobel gallego y «estoy fascinado» con una de sus afirmaciones: «Un libro y toda la soledad. Y eso es aplicable a los editores, a los libreros, a los escritores y, sobre todo, a los lectores. Un libro y toda la soledad; escribir, leer es un acto solitario... Y tiene su parte árida».
Sobre esto decía Marcos Sánchez que, como pedagogo teatral, está asistiendo a unas jornadas de inclusión social desde las artes escénicas donde «una de las inquietudes que estoy notando entre sociólogos, profesores, educadores y pedagogos es que los que trabajan con niños, sobre todo en secundaria, están acongojados por el sobreuso de tanto audio, de Internet ... Están comprobando que estos niños ya no leen, los que empezaron a leer en primaria ya no leen y se enganchan al audiovisual».
En cuanto al tiempo que un libro puede estar en la librería, Alejandra explicaba que es algo que depende del librero: «Nosotros aguantamos los títulos muchísimo; estamos empezando a devolver porque si no no vamos para adelante. Este año hemos hecho poquísimas devoluciones, pero, por ejemplo, el libro de Celso lleva aguantando este año y se conserva fenomenal». Además, confesaba: «Como librera alucino con la capacidad que tenemos de influir en la gente, porque hay muchísima que pide recomendaciones y te hace caso».
Marcos aludía a Annie Leibovitz, la fotógrafa sobre la que Scorsese ha hecho un documental que está lleno de citas. «Una de las cosas que dice Leibovitz es: Ahora cualquier idiota saca un libro». Para Riestra, eso se debe a que ha bajado muchísimo el nivel de exigencia del lector. Ahora «es muy difícil encontrar una novela bien escrita, con un dominio de la prosa».
Para Celso, que será uno de los autores que participe hoy en las lecturas que tendrán lugar cada hora en Berbiriana, «la prosa española está arruinada por las traducciones; muchos escritores jóvenes escriben una prosa traducida. No escriben en castellano, porque la gente no lee a Quevedo, ni a Mateo Alemán, ni a Cervantes... Lee a Faulkner traducido». Ironizaba asimismo que un escritor puede publicar «si tienes una imagen potente que el editor puede explotar: tienes pirsines, tienes tatuajes... Entonces te publican» (risas).