Acusan a un cobrador de morosos de saldar una deuda con una catana

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

La víctima, que le dio dos cuchilladas a su agresor, estuvo a punto de perder una mano

29 mar 2016 . Actualizado a las 19:08 h.

Por lo que la policía pudo sonsacar a unos y a otros, la riña se debió a una deuda por un trabajo que alguien no quiso pagar o pagó menos de lo acordado. Los acreedores, que trabajan como autónomos reclamando impagos a empresas, podían haber intentado cobrar por las buenas, pero lo hicieron a las bravas. Eran tres y se subieron a un coche después de citarse en la calle Enrique Mariñas, en el corazón de Matogrande, con el hombre que supuestamente les había quedado mal con un pago. Y allí se presentaron. Armados, según la policía, como si fueran a una guerra. Con cuchillos y una catana. Y no las llevaban solo para enseñar, pues en cuanto vieron a la persona que buscaban, dos de ellos se bajaron del coche detrás del filo de los puñales. Antes de pasar a la acción, discutieron en plena calle. Presuntamente, uno de los acreedores lanzó una catana contra el cuerpo del deudor, alcanzándole en una mano. La herida era tan profunda, que en el hospital le dijeron a la víctima que estuvo a punto de perderla. Aunque este tampoco se quedó quieto, pues con un cuchillo, propinó dos puñaladas.

Las cuatro personas involucradas en aquel suceso fueron detenidas el mismo día de los hechos, el 14 de marzo del 2015. Hoy, un año después, disfrutan de libertad, pero no se sabe si por mucho tiempo, pues han sido imputados por un delito de intento de homicidio.

Hace justo un año de aquello. Eran las cuatro de la tarde de un sábado en Matogrande cuando sucedieron unos hechos que rompieron la tranquilidad de un barrio acostumbrado a ver ese tipo de cosas solo en la televisión. Por eso cuando se inició la trifulca, los gritos hicieron salir a mucha gente a la ventana y a los clientes de los bares a la calle. Pero poco les importó a los supuestos agresores que cientos de ojos les estuvieran observando. Rodearon a la víctima, lo golpearon y cuando se vieron rodeados de gente, se volvieron a subir al coche y se esfumaron del lugar. Pero eran tantas las personas que les tomaron la matrícula, que su huida apenas duró unas horas. Antes de que anocheciera, la Policía Nacional ya tenía identificados a los protagonistas. A uno de ellos, el que había recibido dos cuchilladas, lo arrestaron en el hospital, pues corrió a urgencias malherido.

Juicio

Los tres individuos que iban a cobrar la deuda y el que no estaba nada de acuerdo con pagarla serán procesados este verano y se les imputa un delito de homicidio en grado de tentativa y lesiones.

Allí tendrán que explicar lo sucedido aquella tarde. El presunto autor del ataque con la catana reconoció ante la policía que después de recibir las puñaladas vio como su agresor perdía el puñal. Este lo cogió del cuello e hizo el ademán de clavárselo en el pecho para matarlo, pero en el último momento se arrepintió y optó por abandonar el lugar. Por otra parte, negó haberle agredido con la catana en una mano. Explicó que la herida se la produjo él mismo, al caer al suelo y cortarse con su propia arma.