En campaña

Carlos Agulló Leal
Carlos Agulló EL CHAFLÁN

A CORUÑA CIUDAD

11 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Pedro Sánchez se planta en A Coruña. Indumentaria informal. Visita a una plaza de abastos. Paseo matinal con selfies y besos a diestro y siniestro. Excursión hasta una granja de vacas (ojo, el campo existe). Y reunión con militantes antes de tomar el avión de vuelta. Ayer, el programa del dirigente socialista no se apartó ni una línea del de una típica jornada electoral. ¿Había alguna duda? La campaña para las próximas elecciones generales (cada día más cerca) está en pleno hervor.

Parece que sí. Pero ¿y si no?, como dice el cómico. Pues por si fuese que no, Sánchez no le ponía mala cara a una foto con el alcalde de la Marea. Por si sirviese para desestabilizar un poco el monolito que Pablo Iglesias levantó en Madrid y le hiciese aflojar en su férrea oposición a facilitarle el camino hacia la Moncloa en esta agotadora primera vuelta. Pero no hubo foto oficial, aunque sí un breve encuentro privado con el alcalde, a quien, por otro lado, tan bien le vendría un empujoncito de Sánchez para aprobar los presupuestos.

Pero campaña es campaña. Cuando las fuerzas hay que medirlas en las urnas y está en juego el espacio, no hay lugar para la improvisación. Ni para la ingenuidad. Estaba prevista (y se dice que pactada) una visita de Sánchez al ayuntamiento de A Coruña, pero las cosas cambiaron de la noche a la mañana: la mañana en la que el socialista le enviaba algún recado a En Marea. Le reprocha que no lo apoyase para desalojar a Mariano Rajoy y adelanta que si no hay acuerdo para un cambio en la Xunta no será por culpa del PSOE. Sánchez ya debe saber que las cosas por la izquierda se le han puesto muy difíciles. Y que el objetivo del émulo Iglesias va más allá del sorpasso circunstancial.