Tren con destino Hogwarts desde A Coruña

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Una tienda recién abierta en A Coruña cuenta con un photocall en el que se recrea el famoso andén 9 3/4 del que parte el ferrocarril con destino a la escuela de Harry Potter

14 feb 2016 . Actualizado a las 10:42 h.

Novedades. Muchas y variadas trajo esta semana. Como si en plena resaca del entroido a la gente se le diese por dar a conocer sus proyectos, sus renovadas apuestas. Probé la nueva carta con menú del día-degustación de un restaurante con estrella Michelín, me contaron la historia de una cadena de establecimientos especializados en croquetas que abrieron estos días en A Coruña y Vigo, y, lo más sorprendente, hablé con dos emprendedoras que acaban de inaugurar una tienda para frikis. Para esa gente que, como ellas, se sabe de memoria los detalles más inverosímiles de la saga de Harry Potter, Doctor Who, La Guerra de las Galaxias o Star Trek. No, no son de esa clase de personas que ven las películas o leen los libros y ya está. No, ellas conocen todo. Por ejemplo, ¿a que ustedes saben perfectamente lo que es el caldero de Peltre? Lo suponía. Porque así bautizaron el establecimiento. «Este caldero es lo primero que Harry Potter tiene que comprar para llevarse al colegio y utilizar para hacer pociones», comentan Ana Capelán y Delia Estraviz, por si hubiese algún lector despistado. La tienda está situada en la coruñesa calle Ángel Senra, a pocos metros de la estación de tren de San Cristóbal y, curiosamente, instalaron un photocall en el que recrean el famoso andén 9 3/4 del que parte el ferrocarril con destino a Hogwarts. «Al principio la familia nos dijo que estábamos locas, pero ahora, al ver el resultado final, les gusta», comenta Ana, que decidió dejar un trabajo «que me daba para pagar las facturas» y embarcarse en esta aventura más propia de los personajes que admira. «La tienda se puede decir que es para frikis, que hasta ahora siempre dependían de Internet para divertirse comprando y les ofrecemos la posibilidad de ver las cosas en directo. Y también disponemos de camisetas y otros productos para chicas, que no suele ser algo habitual». Ya lo ven, si quieren la bufanda de Harry Potter, como la de la imagen, o cualquier cosa que tenga que ver con la ciencia ficción o la fantasía, de A Coruña sale el tren para Hogwarts. 

Entre croquetas

Sigo con otra sorprendente novedad de febrero. Recibo la invitación para acudir a la inauguración en la céntrica calle Riego de Agua de A Coruña de Croqueta y presumida, una cadena de origen vasco que se está expandiendo por toda España y que en un año y pico ha abierto muchos establecimientos, dos de ellos en Galicia, uno en  la avenida de la Camelias de Vigo y otro al que hago referencia. «Contamos con 14 variedades hechas al momento con leche de caserío. Las hay de chipirón, de puerros y gambas, de huevo y york o de centollo, entre otras», explican Santiago Fernández Blas y Luis García López, que explotan la franquicia coruñesa. Te las puedes llevar fritas e ir comiendo por la calle como si fuesen castañas  o un helado o comprar en cajas de 12 o 24 para freír en casa. «La pequeña sale a 5, 50 y la grande a 9,95», comentan estos emprendedores que apuestan por las croquetas de toda la vida, «de las abuelas», dicen.

El cocinero en la mesa

Con un consomé de gallina como el de las abuelas pero en versión estrella Michelín, Iván Domínguez me recibió en el restaurante Alborada. «Este plato forma parte del nuevo concepto. Que te sientas como en casa. Nuestro objetivo es acercar la cocina a la mesa, que el cocinero se encuentre a tu lado», explica. Me muestra la renovada carta en la que incorporan un menú del día-degustación que incluye entrantes, cinco platos y postre por 50 euros, bebida aparte. Fuera de este menú hay otras opciones que te permiten combinar como desees y un extra para sumar al citado menú que incrementaría el coste en diez euros. «Es una cocina cien por cien gallega. Todo gira en torno a Galicia, incluso la música», apunta Iván mientras suenan ritmos celtas por el hilo musical del local. Navajas, ostras, zamburiñas y pescados considerados menores como el escacho, el pinto o el jurel, que Iván eleva de categoría, comparten espacio con la lamprea o la merluza. Me llamó la atención la delicadeza del pinto o el aroma a romero del jurel que el equipo del restaurante ahumó en la sala, dentro del nuevo concepto por el que apuestan de acercar al cocinero al comensal. Probé las crestas de gallo, un plato tan delicioso como difícil, que también podría utilizar para sus pócimas Harry Potter en su famoso caldero de Peltre.