Premio para una taberna que abrirá en 10 meses

A CORUÑA CIUDAD

Gonzalo Somoza ha sido el ganador del Incitus por su proyecto KohLanta, una taberna de comida vietnamita e indonesia

10 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Gonzalo Somoza es un coruñés de Monte Alto «de toda la vida». Tiene 37 años, trabajó como gerente de una promotora inmobiliaria y «ahora voy a hacer lo que me apasiona, que es algo que valoraron los miembros del jurado, la pasión por el proyecto y mi experiencia empresarial porque, como dijo Pepe Solla, un restaurante es una empresa», analiza Gonzalo, que resultó ganador del premio Incitus por su proyecto KohLanta, una taberna de comida vietnamita e indonesia cuyo nombre escogió tras visitar esa zona de Tailandia, «que es el paraíso y donde venden mucha comida en la calle y me sirvió de inspiración», destaca. Lo curioso del asunto es que falta mucho para que el premiado local de hostelería sea una realidad. «Tengo pensado abrir en diez meses porque queremos hacer las cosas bien. Que sea algo realmente innovador y más ahora con la ayuda que tengo detrás gracias a Incitus. Solla me ayudará con los platos, un máster en gestión hostelera, de sumiller y hasta un estudio de diseño para asesorarme en la reforma... Tengo claro que quiero que sea en el centro de A Coruña y la idea es crear un concepto cosmopolita donde se ofrezcan especialidades de street food. Habrá platos de algún país más, en total ocho, como pueden ser alguno chino o japonés», relata el ganador del certamen que se impuso a Casa Galeguesa, Gardenia Cakes y La Casa de Valentina, en una gala que se celebró en la Finca Montesqueiro y en la que estuvieron, además de Solla, Luis Veira y Paco Roncero. Muchas estrellas para respaldar una taberna a la que hasta dentro de un año no se puede ir.

Veteranos del básquet

Empezó siendo una pequeña reunión de amigos del baloncesto coruñés. Gente vinculada a clubes como el Bosco, Marineda, Imperio, Alca o el más reciente Básquet Coruña, entre otros. Fueron pasando los años y ahora ya es una xuntanza con fecha fija en el calendario que este fin de semana celebró su edición número veinte. Exjugadores, entrenadores, directivos, periodistas, árbitros se juntaron no en una cancha, sino en el restaurante del hotel NH Atlántico para recordar viejos tiempos y hablar de su deporte favorito.

Nueva generación

Al principio les hablaba de una premiada taberna de inspiración oriental que solo existe en los papeles y para terminar me sitúo en un local ya asentado en el panorama hostelero de la ciudad, el Boca Negra, y cuyo chef, Pablo Pizarro, también es un enamorado de la gastronomía de latitudes lejanas. Ayer, martes de carnaval, apostó por el cocido, pero por el de nueva generación. Para ello contó con Diego López, del restaurante La Molinera de Lalín. Como en la cocina del establecimiento hostelero no cuentan con espacio suficiente para las potas que se necesita para preparar el cocido, utilizaron la terraza de Riego de Agua para cocer la carne con la ayuda de unos hornillos de gas. Como se pueden imaginar, el aroma del plato típico del carnaval se esparció rápidamente por toda la zona centro. Hubo lleno absoluto. Sopa de cocido, grelos, patatas, garbanzos, costilla, cachola, lacón, filloas, rosquillas, queso y membrillo para completar un menú clásico con toques vanguardistas, pero sin perder de vista el origen.