El nuevo rector es un apasionado de la música, con gustos tan dispares que van de la Sinfónica a Supertramp
06 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«Cuanto tenía 9 años, mi padre se presentó a presidente de ANPA de mi cole, ya que nadie más quería meterse en semejante fregado. Era pequeña y no me enteraba bien, pero en esos años la oferta de clases extraescolares aumentó y los viajes de fin de curso pasaron a ser a Port Aventura». Ese fue uno de los primeros fregados que asumió Julio Abalde, nuevo rector de la Universidade da Coruña, que arrimó el hombro para ayudar a mejorar las cosas, «porque él es una de esas personas que se pringan. No es cómodo, no es fácil, no es agradecido, pero todos estamos mejor gracias a personas como mi padre».
Ella no es la única que tiene buenas palabras para el rector electo de la UDC, del que muchos destacan su carácter dialogante, poco amigo de discutir, que sabe escuchar y aprovechar las ideas que le convencen para ponerlas en práctica. Tranquilo y bastante seguro de sí mismo son otros de los adjetivos más repetidos para definir la actitud ante la vida de Julio Abalde, que algunos achacan a su faceta investigadora centrada siempre en el estudio de las algas y microalgas, un interés que comparte con su mujer, Concepción Herrero, también catedrática de Microbioloxía y su antecesora en el puesto de vicerrector de Títulos que ahora deja vacante Abalde.
Aunque nació en Vigo en 1956, reside en Matogrande desde hace décadas, y es normal verlo paseando por el barrio y tomando algo con su mujer en sus ratos libres. El golf es una de las aficiones del nuevo rector, que siempre lleva en el maletero de su coche -un Audi con algunos años- los zapatos para poder saltar al campo y buscar su mejor golpe.
El teatro y la música también ocupan los ratos de ocio de Abalde, que está abonado a las representaciones del Teatro Rosalía y a los conciertos de la Orquesta Sinfónica de Galicia, aunque también le gusta escuchar música con más caña y se confiesa seguidor de grupos como Supertramp, Pink Floyd y Mahler. El cine es otra de sus pasiones y entre sus títulos de cabecera esta Truman, la película de Ricardo Darín y Javier Cámara.
Campus de excelencia
No todo han sido aciertos en la carrera de Abalde, al que muchos achacan ser el máximo responsable de que la UDC no consiguiera su campus de excelencia. También hay quienes no están demasiado satisfechos con el desarrollo de las nuevas tecnologías dentro de la propia institución, una de las principales responsabilidades de su vicerrectorado, al que llegó tras abandonar la junta directiva local del PSOE, donde sigue militando.
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