Acontecimientos

Carlos Agulló Leal
Carlos Agulló EL CHAFLÁN

A CORUÑA CIUDAD

06 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Parecía que la polémica de la financiación de la Semana Santa iba a ser más fugaz que las vacaciones de Pascua. Que no tendría más recorrido que unos días de declaraciones aventadas por el entusiasmo del estreno y la ansiedad por empezar la demolición de las estructuras del viejo orden. Pero se ve que no, que la cosa aun va a dar para más. Al menos en Ferrol, A Coruña y Santiago, ese eje que a veces da la impresión de que lo mueve un piñón fijo, por más que las tres ciudades sean bien diferentes.

Es posible que las procesiones en A Coruña e incluso en Santiago no precisen mucho más apoyo del consistorio que la logística propia de las aglomeraciones en un espacio público. Unos policías municipales que despejen la calle al paso de los tronos y que cada cofrade aguante su vela. Pero no es lo mismo en Ferrol, donde las celebraciones, que tienen declaración de Interés Turístico Internacional, son el acontecimiento de mayor proyección de la ciudad. Y el momento del año en el que las calles recobran pulso.

No está en discusión la aconfesionalidad y el laicismo de la sociedad. Nadie le exige a los representantes políticos que tomen parte en las manifestaciones religiosas. Tampoco está en cuestión la necesidad de establecer mecanismos estrictos para la fiscalización del destino de cada céntimo del dinero de todos. Lo que pocos entenderían es que el alcalde de A Coruña fuese rácano con la promoción y organización del San Xoán o que el de Santiago se desentendiese del fenómeno jacobeo. Resulta que en Ferrol, donde en el lejano Sábado Santo de 1977 convivieron las procesiones y las manifestaciones de júbilo por la legalización del PCE, la Semana Santa es un gran acontecimiento.