La biblioteca de la Ilustración

Xosé Alfeirán

A CORUÑA CIUDAD

El Consulado custodia una importante colección bibliográfica.
El Consulado custodia una importante colección bibliográfica. x. C.< / span>

La del Consulado fue la primera pública que abrió en la ciudad

26 oct 2015 . Actualizado a las 16:37 h.

Era un día de fiesta. En medio de una guerra desastrosa contra Inglaterra y con el comercio paralizado, los coruñeses asistían a la inauguración de la primera biblioteca pública de la ciudad. Fue el 15 de agosto de 1806. Estaba y está en la Casa del Consulado. Creado en 1785 por el rey Carlos III, el Real Consulado de Mar y Tierra de la ciudad de A Coruña fue la principal institución de la Ilustración en Galicia y durante su existencia se preocupó por la difusión de las «luces de la razón» como medio para iluminar la existencia humana y contribuir a alcanzar la prosperidad y la felicidad.

Para favorecer estos ideales se propuso crear una biblioteca pública en A Coruña porque no había ninguna en la ciudad y porque consideraban que las bibliotecas públicas debían ser «objeto de la mayor consideración entre las naciones ilustradas» preocupadas por «la educación de la juventud e instrucción de todas las clases de personas». Por eso, a partir de 1790, empezaron a comprar y reunir libros, tratados y publicaciones periódicas relacionadas con el «fomento de las artes, comercio y agricultura». Esta incipiente biblioteca se instaló en una habitación de la Casa del Consulado, en Panaderas, y se podía consultar en las horas de apertura de sus oficinas.

Fue gracias al canónigo Pedro Antonio Sánchez, hombre de letras, economista y uno de los principales ilustrados gallegos, como se pudo lograr la tan ansiada biblioteca pública. A comienzos de 1803 ofreció al Real Consulado su extensa biblioteca privada y fondos económicos para sostener el servicio público. A cambio se reservaba la facultad de nombrar bibliotecario durante su vida y a su muerte debía serlo algunos de sus familiares, «siempre que fuesen dignos de ello».

El Real Consulado aceptó y obtuvo ese mismo año la aprobación del rey Carlos IV. Así se consiguió reunir más de cuatro mil volúmenes para sus estanterías.

Música y fiesta

A las diez de la mañana del 15 de agosto de 1806 comenzaron los actos de apertura e inauguración de la biblioteca. Fueron presididos por el capitán general Francisco de Taranco y asistieron todas las autoridades. En la Casa del Consulado se leyeron los discursos solemnes compuestos por Manuel Diez Tavanera y Lucas Labrada, prior y secretario respectivamente de dicho Consulado; ambos resaltaron la función de las bibliotecas públicas y la generosidad de Pedro Antonio Sánchez. Por la noche y hasta las dos de la madrugada hubo música y diversión. En la plazuela situada delante de la Casa del Consulado, adornada con alegorías alusivas al establecimiento de la biblioteca y a la paz, se instaló una orquesta, la calle Panaderas se iluminó con faroles y en el Campo de San Roque (hoy plaza de España) se colocó otra orquesta junto a una columna conmemorativa situada en el centro de un bosque artificial compuesto por más de 300 árboles distribuidos de forma graciosa y simétrica e iluminados también con faroles. A la noche siguiente se repitió la función. El gentío que concurrió fue inmenso. Bibliotecas, orgullo de ciudad.