«Me hinchó el brazo y en el hospital me tuvieron ocho horas con una vía»

m. ballesteros OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Álex Canabal, un niño de 12 años de Oleiros (A Coruña), ha sufrido en sus carnes los efectos de la invasión 

22 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Álex Canabal, un niño de 12 años de Oleiros (A Coruña), ha sufrido literalmente en sus carnes los efectos de la invasión de velutinas que sufre Galicia, y no solo una vez, sino al menos cinco. Esas fueron las picaduras que recibió hace poco más de una semana cuando se encaramó a un árbol para recuperar un balón que se había quedado atrapado entre las ramas y se topó con un nido de avispa asiática. Si se asustó con los insectos durante el ataque, más aun lo hizo al día siguiente cuando, con el brazo hinchado y enrojecido, tuvo que ir al hospital y permanecer allí ocho horas.

«Me dan muchísimo más miedo las agujas que las avispas», confesaba ayer el menor, quien asegura que el pinchazo de la velutina duele menos que el de la avispa común, al menos en el momento. «Me picaron sobre la camiseta y la sudadera y me dolió, pero cuando una me pasó por el pelo y vi que era enorme me asusté y le pedí a los demás que me las quitaran: era como un abejorro, pero alargada», recuerda.

A pesar de su edad, Canabal ya había oído hablar lo suficiente de estas avispas como para temerlas más que a las autóctonas y, a las pocas horas, empezó a notar las consecuencias. Primero acudió al hospital, donde le recetaron una pomada, pero por la noche el dolor persistió y a la mañana siguiente tuvo que regresar al Materno de A Coruña: «Tenía el brazo hinchado y me pusieron una vía durante ocho horas».