Sharina Eleonor Vanderhosrt podría ser una de las pocas personas que llegaron a Galicia sin que su ADN tenga que ver con esta tierra. Aterrizó aquí en el año 2006, apostó y ganó, aunque a medias.
«Me vine de la República Dominicana para estudiar y lo logré». Lo hizo en Vigo, donde amarró sus codos a las mesas de estudio en un país desconocido para sacar adelante la ESO. «No me costó porque allá la educación tampoco está tan mal», dijo. Hizo, además, Administración e Dirección de Empresas (ADE), e incluso, cursó Gestión Administrativa. Sobre su llegada a España y a A Coruña, Sharina es clara: «Llegué con el ansia de estudiar. Logré mis logros académicos, y soy consciente de que algún día mis esfuerzos servirán para alcanzar las metas que me he marcado».
Sharina no se encuentra sola. Manolo y Mari Carmen, del Mesón Nogueira, que le dieron una oportunidad en la calle Francisco Catoira, la apoyan, así como los clientes del restaurante. «Estoy muy a gusto porque tanto mis jefes como los clientes me tratan bien», explicó. Pero su intención, además de continuar siendo una pieza clave en el negocio, es ayudar a los demás: «Trato de convencer a compañeros que llegamos en su día a España a que ayuden a la gente que acaba de llegar para convertirse en un coruñés más», dijo.
Sharina Eleonor Vanderhorts Encargada de comedor