Afincada en Madrid, impartió un taller de interpretación en A Coruña
20 sep 2015 . Actualizado a las 11:39 h.Feliz por estar en su tierra, Ana Carril impartió esta semana un taller de creación de personajes a las actrices participantes en el Don Juan Tenorio en femenino, una producción del Teatro Colón. Aunque nacida en Camariñas y afincada en Madrid, esta coach de actores y profesora de interpretación en la Escuela de Víctor Ullate, vivió en A Coruña desde que tenía un año, estudió en el instituto masculino, hizo aquí la carrera de Filología Hispánica y pertenece a la primera promoción de Casa Hamlet, el estudio teatral fundado por Manuel Lourenzo y Santiago Fernández.
-¿Un Don Juan Tenorio hecho solo por mujeres? El personaje va a quedar irreconocible...
-La obra no pretende ser feminista, sino femenina. Esa es la idea de las directoras, Ana del Valle y Anahí Taraburelli, que van a respetar el texto de Zorrilla.
-Pensé que iban a aprovechar para darle otro aire al «cazadoncellas» por excelencia.
-Cada uno tiene una idea preconcebida del Don Juan. Ahí radica la dificultad del proyecto. Es un «cazadoncellas» y es un «buscagrescas», un fanfarrón...
-Pero si ponemos a una mujer en el pensamiento de un hombre, este cambia seguro.
-Démosle la vuelta. En este montaje, vamos a comprobar qué puede aportar una mujer a un personaje masculino.
-¿Y qué puede aportar?
-Muchos matices. Cuando vi el Segismundo de Blanca Portillo entendí algo que nunca antes había visto en ningún montaje con hombres: que Segismundo se podría haber llegado a enamorar de Rosaura. Hasta ahora, todos se habían centrado en la parte filosófica, pero llega una mujer y le da ese matiz.
-Tanto buscar la igualdad de oportunidades con ellos y a menudo se nos olvida que hombres y mujeres somos diferentes.
-Eso es. No va a ser un alegato. No habrá ínfulas feministas, sino un aire nuevo. Igual que en el teatro isabelino no había mujeres en el escenario, sin que esto fuera considerado machista. Estaba establecido así.
-Hablemos un poco de su carrera. ¿De cuál de sus trabajos se siente más orgullosa?
-Disfruté mucho el trabajo que hice en la sitcom de la TVG A Escoba, pero del trabajo que más orgullosa me siento es Desde lo invisible [Premio Max de teatro al mejor Espectáculo Revelación en el año 2008]. Y todo gracias a que la maravillosa Victoria Teijeiro me llamó para su proyecto. Para mí fue un regalo. Con ella empecé a estudiar en Casa Hamlet y luego las dos nos fuimos para Madrid.
-¿Cuesta mucho volver?
-Sí. Reconozco que, a los que nos hemos ido, nos cuesta mucho que nos acojan de nuevo en Galicia. Yo nací en Camariñas, soy perfectamente bilingüe, pero es como que te encasillan en que estás fuera y cuesta un montón volver. A mí me encantaría que mañana me llamasen para hacer una serie aquí en Galicia o del Centro Dramático Galego.
-¿Y dejaría a Víctor Ullate?
-¡Noooo...! No dejo a Víctor. Él quiere que todos sus profesores estemos en activo. Nos da bastante flexibilidad. Aunque a Ullate se le conoce sobretodo por la danza clásica, ahora su escuela forma actores para musicales. Es la titulación de actor integral. Yo soy la profesora de interpretación y la jefa de estudios.